La dimisión de J.C.
Monedero que muchos consideran crisis en el sentido peyorativo de la palabra,
no es más, así lo considero, que un acto libre y coherente de un intelectual
comprometido, con el que se podrá estar de acuerdo o no, pero es una
determinación que le honra, y de la que muchos políticos, seudointelectuales y
“voceros” deberían tomar ejemplo. Por lo menos, intentar penetrar en sus
razonamientos y confrontarlos con los propios, en lugar de quedarse en la
anécdota y “enmierdar” el ambiente, para tapar vergüenzas propias. ¿O no es una
abyecta hipocresía que los partidos “castizos”, con infinidad de “capitostes”
corrompidos hasta las cejas, muchos de ellos procesados o encarcelados, se
lleven las manos a la cabeza, a sabiendas, como toda la ciudadanías denota, de
que se han servido del bello ejercicio de la política para medrar y llenarse
los bolsillos a costa del presupuesto público?... Sin embargo, determinados
“voceros”, como el periodista E. Inda, que siempre se reserva aclarar quién le
“paga” para repetir, venga o no a cuento, su monocorde y desvergonzada melodía,
no piense por una vez que Monedero, teniendo por delante, como esos políticos
al uso, “hacer carrera” de la Política, ha renunciado a ello. Se oculta intencionadamente la voluntad de Juan Carlos de seguir
militando en el partido que con otros fundó.
Con dimisión o sin ella, el “foco inquisidor” ya estaba puesto sobre
PODEMOS como tal desde antes de su nacimiento, y de cada uno de sus dirigentes.
¿Cuánto más tenía que aguantar Monedero, sobre todo, después de su affaire fiscal, algo que, por cierto,
utilizan millones de españoles y empresas con el fin de minimizar sus
liquidaciones con Hacienda, sirviéndose de los resquicios que la ley ofrece?
¿Se ha tenido o se tiene la misma “pesquisa inquisidora” con CIUDADANOS,
igual “fenómeno”, en este caso de derechas, aunque, como PODEMOS, lo niegue,
considerando que los topónimos “izquierda/derecha” son categorías inservibles
para analizar la realidad socio-política actual?
Considero que todos esos análisis contrapuestos, que, cual catarata
torrencial, se le ha echado encima a PODEMOS, denota “algo” que, por desgracia
en nuestro País viene sucediendo desde tiempos imperiales, y que se desata
cuando socialmente surge una víctima propiciatoria. Y ese “algo” no es más que
el “dogmatismo” en lo político-intelectual, heredado del dogmatismo religioso
de siempre, y que, en la “praxis”, se traduce en el “ordeno y mando”. Factores
ambos retroalimentados e incrementados por el nacionalcatolicismo y el
caudillismo franquista. El primero explica la doctrina desde el púlpito, y el
segundo la aplica a “pies-juntilla” desde los centros de poder. Ambos factores
accionan provocando su lógica réplica de reacción. Así se explica en la
Historia de España una latente y burda irreligiosidad en lo
intelectual-ideológico, y una cuasi permanente actitud anarcoide, de bajo
fuste, en la conducta de los ciudadanos. Obvio, por no entrar en el terreno de
la moral, las dos “virtudes”, la envidia y el cainismo, frecuentemente
practicadas por los españoles.
Ese movimiento acción-reacción se pone de manifiesto en épocas de crisis
económica o de “final de régimen”. Pero en esa pugna siempre gana la derecha
sociológica y sus asociaciones político-económicas. Tuvo lugar en la salida de
la dictadura, en donde, si fue posible un “pacto”, la tan kakareada transición,
fue a costa de la cesión y el sacrificio del activismo de izquierda. Justamente
el que más luchó y sufrió por la caída de tal nefando régimen.
Hoy, este final de régimen viene provocado por los abusos del
“bipartidismo”. Hay que recordar someramente los tiempos de Sagasta-Castelar…
El surgimiento de PODEMOS, por más que pueda parecer espontáneo y repentino, no
es más que el síndrome de ese algo que en la sociedad española se viene
incoando desde hace tiempo. A su germen y crecimiento han contribuido,
alícuotamente, la renuncia a sus valores y el acomodamiento del PSOE, el “compadreo”
de Sindicatos y Patronal, y la renuncia de IU a combatir decididamente en pro
del programa máximo de izquierda. Y no digamos lo que ha significado las
políticas ultraderechistas y neoliberales en lo político-económico social, y la
corrupción sistémica del partido gobernante, PP.
En definitiva, todos esos elementos combinados han cristalizado en una
creciente irritación ciudadana, puesta de manifiesto en las protestas
multicolor de “las mareas” por los daños que les ha ocasionado el sometimiento
dócil de los dos partidos mayoritarios, alternantes en el poder, a las
políticas ultraliberales, impuestas desde Europa. Reconozcámosle a PODEMOS el mérito de haber sabido encauzar el
descontento acumulado en el movimiento 15M, que fue visto displicentemente por
nuestros viejos y “sesudos” analistas políticos, y considerado prepotentemente
tanto desde el Gobierno, como desde el primer grupo de la oposición. . Como si
todos esos factores causales no fueran
lo suficientemente justificativos del cambio que, entonces, se avecinaba. Maliciosamente
se atribuye el nacimiento de PODEMOS a esas causas, consideradas por nuestros
sesudos analistas y políticos “de pro”, con insuficiente entidad para tan
importante “parto”. ¿Cuáles serían las adecuadas, si no basta la “indignación”
de la mayoría del pueblo? ¡Ojo! Que no me estoy refiriendo sólo a los elementos
materiales económicos-laborales. Ciertamente, son importantísimos. Pero hay
otros, iguales de determinantes, para la dignidad de una sociedad avanzada y
madura, merecedora de una democracia más ejemplar.
Pero nuestro miope del PP sólo repara, por intereses electorales, en el
pequeño avance en la “macroeconomía”, como si fuera mérito propio, ignorando
que los factores exógenos –bajada del precio del crudo, intervención del BCE y
la devaluación del Euro- son los propiciadores de esa mejora. Con otra voluntad
política y distinta manera de haber
hecho las cosas, no sólo mirando por el interés de los más ricos, nos habríamos
ahorrado el sufrimiento de tantas familias, y antes hubiésemos podido recuperar
el “bienestar” de antes de la justificadora pantalla de la crisis. Pero, para
un gobierno “castizo”…, aquello del castizo: ¡las penas, con pan son menos…!
Y así podríamos seguir… (¿¿..??).
Madrid, 3 de Mayo de 20015. Manuel Vega Marín. Blog:
solicitoopinar.blogspot.com.es
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