El título hace referencia a las declaraciones a El Confidencial (18-3-14) de Carlos Lesmes recién nombrado
Presidente del órgano de gobierno de los jueces. En aquellas desafortunadas
declaraciones aseguraba que a los jueces se les controla con un palo y una zanahoria. Con
razón las asociaciones de jueces, conservadoras y progresistas, tacharon
aquellas palabras de torpes y
denigrantes, de grosería inaceptable, de desconsideradas y de menosprecio hacia
los que forman parte de la carrera judicial. Pero con la actitud
corporativista y de adhesión a la concesión de amparo promovida por la CP del
Consejo, han perdido la razón que fundamentaban el rechazo hacia su presidente.
Ahora, con su sumisa actitud, ponen de manifiesto el significado más duro del
verbo controlar, no el de premiar o
castigar la conducta profesional de los jueces, sino el de imponer, dirigir o determinar e interferir en la independencia del
juez. La salida en tromba y el “prietas la filas” en solidaridad con Llarena y
el ampliar el objeto de la demanda civil contra él a todo el sistema jurídico
español, más bien evidencia un toque de control y “arrebato” por parte de
Carlos Lesmes, y un reconocimiento de que es el “presi” el que reparte las
zanahorias. Sin embargo, tan fanática solidaridad no fue suscitada cuando los
compañeros Baltazar Garzón y Epidio Silva fueron “inquietados” y “perturbados”
en su independencia judicial. En este caso no fue el reparto de zanahorias lo
que estaba en juego, sino el palo que se llevó por delante a los jueces citados,
sirviendo de aviso a navegantes.
jueves, 30 de agosto de 2018
martes, 21 de agosto de 2018
LO QUE EL CGPJ HA CONCEDIDO A LLARENA NO ES AMPARO; ES UN RESCATE
Bajo las solemnes y
rimbombantes declaraciones del Consejo General del Poder Judicial, lo que se
esconde es todo un interés corporativo de disimular la incompetencia
profesional de ciertos jueces y su torpeza en la solución de determinados
asuntos. Pero muy a su pesar, su exuberancia verborréica no les libra de mentir
y de confundir a la opinión pública. Máxime cuando casi todos los más
importantes medios de información se prestan a difundir tales falsedades. Muy
raro es, p. ej., que en estos grandes medios, se puedan leer, ver o escuchar
las razones de la parte “litigante” que se pretende desprestigiar. Sin embargo,
leyendo o viendo las declaraciones del Consejo o del propio Pablo Llarena,
sobre la demanda civil presentada contra él por Puigdemont y sus cuatro
exconsejeros en el exilio en un juzgado belga el 5 de junio, el ciudadano poco
instruido saca la conclusión de que TODO el sistema judicial español ha sufrido
un ataque de las hordas jueomasónicascomunistas europeas. Y nada más lejos de
la realidad. Lo que tratan realmente los
demandantes es ejercer su derecho fundamental de defensa y exigir la presunción
de inocencia ante unas imprudentes manifestaciones efectuadas por el juez
Llarena, instructor de la causa catalana, el 23 de Febrero en Oviedo, en unas
conferencias ajenas a la instrucción, y que, según aquéllos, denotan prejuicios
y escasa imparcialidad en el magistrado. Ha sido, pues, la torpeza de Pablo
Llarena, apoyada por la Sala del Supremo, la que ha facilitado a Puigdemont la
demanda ante la justicia belga. Después de la retirada de la euroorden, como
afirma Pérez Royo, Puigdemont, que es un
ciudadano en pleno ejercicio de todos sus derechos fundamentales, porque no ha
sido privado de ninguno de ellos mediante sentencia judicial firme, que reside
en Bélgica y que se ha visto afectado en el ejercicio de sus derechos por el
juez instructor sin darle posibilidad de defenderse, tiene todo el derecho del
mundo a demandar a dicho juez instructor y a exigirle responsabilidad por su
errática instrucción (el diario.es 19-8-18, Sorpresa judiciales). Y eso es lo que han hecho Puigdemont y sus
consellers, por más que esa acción se intente desprestigiar, suponiéndole toda
clase de raras y rebuscadas intenciones.
miércoles, 8 de agosto de 2018
ACUERDOS Y DESACUERDOS CON EL PROFESOR JUAN TORRES LÓPEZ
Soy lector de los escritos y seguidor del pensamiento económico del
catedrático sevillano. Eso no quita que le niegue la razón, cuando creo que no
la tiene, por muy catedrático que sea. El sr. Torres, después de hacer un
comentario político en su artículo Los otros datos del CIS en publico.es (6-8-18), dice que el comentario que deseaba hacer en este
texto no tiene que ver exactamente con los datos políticos del Barómetro del
CIS… Pero lo ha hecho, y, en este caso, a mi parecer, desafortunado. No es
la primera vez que el sr. Torres López inculpa –no sé porqué- a PODEMOS de que
Pedro Sánchez no fuese investido Presidente, en lugar de Rajoy, en la anterior
legislatura. Para ello hubiera hecho falta un
acuerdo de mínimos entre un Ciudadanos volcado a la derecha y el PSOE,
según escribe. Pero omite que tal acuerdo fue una “pantomima”, pues, como él
propio Sánchez reconoció en Salvados,
los capitostes y ad lateres de su
partido no se lo hubieran permitido, e igualmente, la regeneración democrática,
representada por los de Riveras, como se ha demostrado después, no era más que
un “podemos de derechas”, inventado
por el Ibex-35, para detener al PODEMOS, surgido del 15M… ¿Era tan disparatado,
por otra parte, aceptar la propuesta que Iglesias hacía a Sánchez de entrar en
su gobierno? Después de todo, no eran tantos los votos populares que les
separaban. Sin embargo, gracias a la negativa de las baronías socialistas y a
los medios de comunicación, mediatizados como siempre por quienes nunca dan la
cara ante el electorado, aquella propuesta del líder de PODEMOS quedó ante la
opinión como un afán de poltronas… No, señor Torres, “la burbuja de Podemos”,
como usted la llama, no explotó porque la
sociedad comprobó que (Podemos) ni
comía ni dejaba comer, o porque se hubiera convertido en un partido que frenaba la generación democrática deseada.
Usted, sr. Torres, sabe muy bien que fueron las mismas fuerzas “fácticas” las
que impusieron al Psoe de Felipe González la renuncia a su “Programa máximo”,
al marxismo y al socialismo “científico”, a cambio de llegar en 1982 al
Gobierno de España. Con la ayuda de los marcos alemanes y la connivencia de los
dólares USA, no hubo escrúpulos en dejar
en la estacada al PCE y otras fuerzas que habían luchado contra la dictadura.
Son esas mismas fuerzas las que hoy están impidiendo, no ya que PODEMOS llegue
a gobernar, sino, al menos, a regenerar la democracia.
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