Según fue el “marasmo” de
encuestas previo a la definitiva: LAS URNAS, así pensaba que iba a ser la
multitud de opiniones, que no análisis (salvo algunos), que iban a inundar “los
medios” después del resultado. Por ello ha tenido la tentación de obviar la
mía. Pero me he resistido a élla, aunque sólo sea por poner en orden mis
propias ideas.
Tiene razón Pablo Echenique, cuando en su comparecencia ante la prensa
afirmó que las opiniones sin datos, no
dejan de ser eso: sólo opiniones. Cosa muy diferente de lo que debe ser un
análisis cercano a lo científico. Y él, como buena mente científica, al
contrario de lo que apresuradamente hacen periodistas y tertulianos, prefiere
recabar datos, para que el análisis que resulte de los responsables de Podemos,
sea lo más científico posible. Y digo lo más científico posible, porque los
datos empíricos que pueda obtener no estarán exentos de interpretaciones y
manipulaciones previas que impiden que aquéllos sean objetivos. A los filósofos
lectores le resumo lo que hace mucho decía Platón: al Ser corresponde la
Ciencia (épistéme), al No-ser, la Ignorancia (ágnoía), y a la mezcla de ambos,
la Opinión o Creencia (dóxa). Y es en este último tramo en el que se mueven la Política
y la Sociología, mal llamadas “Ciencias sociales”.