Me contaban hace tiempo de
uno que, después de una noche juerga, se dio cuenta de que había perdido la
pluma estilográfica con la que había firmado no sé qué importante contrato. Una
y otra vez rebuscaba en la basura acumulada a los pies de una farola, muy
distante de la discoteca, donde el extravío pudo tener lugar al intentar
ponerse la chaqueta. Un transeúnte lo había visto salir, tambaleante, de aquel
“garito”, y, ante la persistente y sonambulesca conducta de tan “añorante”
ciudadano, se acercó a él, interesándose por el motivo de su angustiante
búsqueda. Es que he perdido la pluma con
la que he firmado un compromiso muy importante, y es la única prueba que conservaba
–le contestó el desaliñado caballero-. ¿Has buscado en la puerta de la
discoteca, donde es muy probable que cayera lo que rastreas? –sugirió el
transeúnte. –La verdad, que lo he
pensado, pero aquí puedo ver con la luz de la farola; allí ya han cerrado el
garito, han apagado los luminosos de neón, y todo alrededor ha quedado a
oscuras…
Algo de esta anécdota tuvo la actitud con que Pedro Sánchez afrontó el
“debate histórico” de los cuatro candidatos a la Presidencia de Gobierno. Inconsciente
de su propia torpeza, quiso culpar de su exceso de copas al “coletas de la
puerta”. Y por más que éste le advertía que no era él quien le “había dado
calabaza”, aquél insistía, con la pesadez de un beodo, en el amor que pudo ser,
y que no fue, debido a las falsas ilusiones que una pasada de alcohol suele
provocar. Es frecuente que, además de confundir de pareja, a la hora de abonar
las consumiciones, induzca a no sumar bien los euros de la comanda. Todo el
mundo esperaba que, después de la resaca de dos intentos fallidos, sondeara
otra estrategia más adecuada para “ligar”. Pero, como el noctámbulo, fue testarudo
y se quedó sin la preciada pluma. Otros se fueron, cruzando el Atlántico o el
Mediterráneo, si no a ligar, sí a buscar la “prueba” extraviada… Siguen
pensando que los papás se creen las “piadosas” mentiras que los hijos se
inventan para librarse de la “bronca” por llegar a deshora…
El aspirante “naranja”, una vez más, confiado en su florida facundia y
titeresca gesticulación, volvió a faltar al “respetable”. No sólo se presentó
sin notas fiables, sino que utilizó engañosamente titulares de periódicos, como
pruebas evidentes de sus mentiras. Mucho más honesto hubiera sido leer en qué
párrafo del programa de Iglesias, en lugar de acudir a una portada de El Mundo, está escrito que PODEMOS
quiere subir los impuestos. Lo de la financiación venezolana-iraní, lo de no
pagar la deuda, lo de salirse de Europa y romper España son síntomas
inequívocos de haber preparado el debate en un “colmao”… Y pensar en lo que le
estará costando al Ibex-35 la promoción de esta cuadrilla de farsantes…
Calentar, como creen los tertulianos de La Sexta, el debate para convertirlo en
un espectáculo a base de mentiras e improperios, es lo que menos desean los
electores que tienen que decidir con sus votos. Para espectáculos ya hay
bastantes con los que ofrece Telecinco. Lo contradictorio es que estos mismos
tertulianos se quejen de lo que, en el fondo, desean, pues los datos y las
propuestas serias les resultan, tediosos… Lo cual son las consecuencias de su
mala costumbre… Lo importante, para ellos, es que el espectador no entre en
sopor, aunque para ello haya que echar mano, “dentro de un orden”, de la cal; eso sí, “no viva”, que de
recordarlo se encargó algún moderador…
De lo “encorsetado” que dicen resultó el debate, se espera que sean los
moderadores los que hagan la autocrítica. Son ellos quienes, con sus preguntas
y repreguntas, debieron agilizar el debate detectando las mentiras e
inexactitudes, con que Rivera y Sánchez dardearon a Iglesias, siendo éste el
candidato que más datos oficiales puso sobre el tapete. No es cierto lo que
Albert Rivera ha afirmado este martes en Salamanca, donde ha recalado su
caravana de campaña, que "el único pacto de no agresión" que él vio
durante el debate a cuatro fue "el que hubo entre Mariano Rajoy y Pablo
Iglesias". "Ni se rozaron", ha afirmado al ser preguntado sobre
el escaso número de críticas que él dirigió al líder del PSOE, Pedro
Sánchez.
Por otra parte, echar en cara la corrupción es muy fácil por lo que
tiene de morboso. Pero, para tal viaje, los ciudadanos tenemos las alforjas
repletas de lo que todos los días estamos viendo, leyendo u oyendo. Lo de
Bárcenas y la Púnica es un tema, que, por lo manido, ya no excita. Sin embargo,
fue en este momento cuando Iglesias subió el tono, resaltando la resistencia
del PP a colaborar con la Justicia, teniendo que mandar el Instructor a la
policía a registrar su sede; trajo al recuerdo los casos Rato, Blesa, Pujols,
las “puertas giratorias” de Felipe, Elena Salgado y cía, sin omitir el caso de
los ERE de Andalucía, etc. Este es el momento en que Sánchez vuelve a
“patinar”, balbuciendo desde la desinformación más interesada, el tema Monedero
o Errejón… ¿De dónde se saca Rivera lo del “pacto de no agresión”? Sin embargo,
¿por qué no sacó Rivera, y Sánchez
calló, las corruptelas de su partido, que poco difunden los medios afines? ¿Por
qué, tanto como le gustan los titulares, no sacó el siguiente: La titular del Juzgado nº 41 de Madrid
considera que la trama de presunta corrupción en el partido de Albert Rivera,
investigada en su circunscripción de Madrid, es de “especial complejidad” con
lo que la equipara a otras causas como el Caso Gürtel y el Caso de Los Eres.
(ExtraConfidencial.com, 14-6-16).
De Rajoy poco hay que comentar. Sólo que estuvo en su papel, viendo los
toros desde la barrera que él mismo había elegido. Se mantuvo en la nube de sus
datos macroeconómicos, a sabiendas que los torpes “garrotazos” que los dos
picadores, mal asesorados de su izquierda, poca sangre le harían brotar. Y,
como también sabía que la misma torpeza de los dos “varilargueros” iba a ser
empleada inútilmente con el “mihura” de PODEMOS, le bastó cumplir con un
“puyazo” breve. De su “sobresaliente”, ya lo hemos dicho casi todo…
Vamos, pues, cómo el “diestro”, después de haber “marrado” sus
anteriores intentos de “alternativa”, volvió a frustrar su salida por la puerta
grande, por querer mantener la estrategia de su antiguo “monosabio”, desoyendo
los balbucientes consejos, que, cual “mozo de estoque”, le hacía llegar
Iglesias: no te confundas, Pedro, a ese
toro, por la derecha, no; por la izquierda, que es por donde se dan los naturales
que emocionan al respetable… Pero el “maestro”, como queriendo hacer
culpable a su mozo de la “muerte de Manolete”, insistía queriendo hacer pasar
al toro por la derecha, olvidando las malas tardes… Y sigue en la misma
“querencia”, pero esta vez queriendo hacer cómplices de su fracaso a los
ciudadanos. Lean: "Le pido a los ciudadanos que no tropiecen dos veces con
la misma piedra de los que piden el voto para el cambio y acaban bloqueando el
cambio" El del PSOE
golpeaba a Rajoy pero su mente puesta en Iglesias: "Usted sigue ahí
gracias al apoyo inestimable del Sr Iglesias”. Y erre que http://www.eldiario.es/politica/Pedro-Sanchez-Iglesias-Mariano-Rajoy_0_526697330.html
Pero hubo una cosa, la más importante, que
querían saber los televidentes: ¿Con
quién va a pactar el Psoe después del 26-J? Pero Pedro Sánchez, no sólo no
contestó, sino que a la única repregunta de un moderador, cual calamar, intentó
ocultarse con la tinta negra de su huero discurso. Claro que con las
declaraciones con que se están luciendo estos días los “apoderaos” y “apoderás”
del torero, lo más serio que se le puede preguntar es lo siguiente: sr. P. Sánchez, si como se prevé, usted vuelve a
fracasar, ¿dimitirá con vergüenza torera, o esperará a que le echen?
Por último, habría que hacer una crítica a
tanta “parafernalia” y a tanto tiempo consumido para tan escaso espectáculo;
para qué tres supuestos moderadores, cuando hay controladores automáticos del
“crono” mucho más eficientes. Solamente veo una razón: el control de la
situación por parte del medio público y los dos privados que controlan la
información. Por ello, además, enviaron a sus más leales servidores. Como si no
hubiera otro tipo de información y de informadores, mejor aceptados por la
ciudadanía…
Y no me quedaría tranquilo si no comentara
mínimamente la lección magistral de política que Alfonso Guerra ha dado a sus
“bobalicones” alumnos. Con su consabido y ya poco gracioso sarcasmo, ha
arremetido metiendo miedo contra todo “bicho viviente”. Quiero recordarle a
este mullidor de la ironía, que los que tenemos su edad salíamos en su defensa,
cuando los papás de la derecha obligaban a sus niños a comerse la verdura,
asustándoles con que, si no apuraban el plato, vendría el “coco del Guerra”.
Por ironía de la historia, hoy este mismo coco pretende amedrentar a los que
hemos devenidos abuelos con sus manidos chistes… Para tan magistral lección,
más barato le hubiera resultado al Psoe contratar a Chiquito de la Calzada. Y
más económico aún nos hubiera salido a todos los españoles, que llevamos más de
treinta años financiando su oscuro escaño en el Congreso de los Diputados. Sr.
Guerra, hay algo peor que hacer el ridículo; creer que no se hace… ¡Procuren,
por favor, vivir su mal de alzhéimer y sus esclerosis cerebrales en la
intimidad familiar! ¡Déjennos tranquilos de una puñetera vez!
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