miércoles, 19 de junio de 2019

HOY NO ESTÁ BIEN VISTO UN GOLPE DE ESTADO CON TANQUES EN LA CALLE


   Este mundo en proceso de crecimiento, conmocionado por la amenaza de la Revolución francesa, fue asaltado, con la colaboración de los gobiernos, por los estamentos dominantes de terratenientes y grandes comerciantes, con la voluntad de adueñarse de los beneficios y, al mismo tiempo, impedir que se constituyese una fuerza política alternativa que les disputase la hegemonía. (“Capitalismo y Democracia” Josep Fontana. Ed. Crítica)
   Sintetizando mucho, la Historia, al menos desde los últimos 250 años, ha sido una lucha, no ya por conseguir las materias cuyo “valor de uso” era suficiente para satisfacer nuestras necesidades más primarias, sino que, desde el momento en que aquéllas ya no fueron  suficiente, hubo que inventar otras, e insuflarles a las dos un “valor de cambio” que las convierte en “mercancías”. A partir de entonces, la anterior “lucha natural” por la supervivencia se convierte en una lucha por el poder, convertido éste en la herramienta más “idónea”, no ya para la consecución del abastecimiento producido por el trabajo propio y el conseguido, en su trueque, con el excedente de los demás, sino para vencer la resistencia que éstos pudieran oponer a que le enajenen los propios excedentes en un comercio injusto y desequilibrado o, simplemente, se los expropien por la fuerza. El descubrimiento por el capitalismo de ese “valor de cambio” convierte a todo elemento de consumo en una fuente de riqueza, que, con la ayuda de nuevas tecnologías, puede multiplicar al infinito. Todo, pues, para el capitalista se convierte en mercancía. Hasta la fuerza de trabajo que la produce se vuelve una mercancía más, de la que el capitalista quiere apropiarse a sabiendas de que en su explotación está la fuente de riqueza.

lunes, 10 de junio de 2019

SI NO MOTOR DE TRANSFORMACIÓN, PODEMOS SÍ HA SIDO MOTOR DE CAMBIO DEL PAÍS


Si no conociésemos la trayectoria intelectual y militante del catedrático Javier Pérez Royo y su manera categórica, casi provocativa de titular sus escritos, podríamos pensar que el aparecido ayer (8-6-19) en eldiario.es se presta a ser interpretado como un instrumento más con que los “poderes fácticos”  están en  lista de espera, según Jesús Marañas, para atizar a Iglesias y atacar a PODEMOS en estos momentos de “debilidad”.

viernes, 7 de junio de 2019

EL TRIBUNAL SUPREMO SOMETE AL PARLAMENTO Y AL GOBIERNO


              
   ¿Puede una democracia que se precie, que uno de los tres poderes clásicos invada las competencias de los otros dos? Hablamos –entenderá el lector- del modelo de democracia liberal, implantado por la Ilustración, y aceptado por el sistema capitalista como el mejor para regular el conjunto de relaciones e intereses que se dan en las sociedades “modernas”. La teoría dice que la democracia liberal tiene su principal fundamento en la separación y en el equilibrio que supone el control entre ellos. Estamos refiriéndonos a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Eso es lo que dice la teoría; pero tal sistema no debe ser tan bueno, cuando la intromisión y hasta el sometimiento entre ellos suele ser la práctica  habitual, según convenga a los “poderes reales”, ocultos tras aquéllos, y que son,  precisamente, los que tanto los encomian.