Cuando Rubalcaba, ante la
mayoría del PP, no se atrevió a presentar su anunciada moción de censura en
Julio de 2013, una vez sabido el SMS de Rajoy a Bárcenas, por miedo a perderla,
Rajoy se le adelantó compareciendo en el Senado, a petición propia, el 1 de
Agosto. La “duda” del entonces “Jefe de la Oposición” evitó que en la Sede de
la soberanía popular se entablara un debate sobre la trayectoria delictiva del
partido gobernante, que, independientemente de su resultado, el resto de grupos
se hubieran “retratado”, y sus retratos hubieran sido difundidos por todos los
medios. Casi cinco años después, PODEMOS pierde la suya en el pleno del 14 de
Junio de 2017 por la anunciada abstención del Psoe; pero consiguió, al menos,
las instantáneas que frustró Rubalcaba, dando a la nueva “portavoza”, Irene
Montero, la posibilidad de extenderse en un relato inolvidable de los más
importantes casos de corrupción del Partido Popular.
miércoles, 30 de mayo de 2018
sábado, 19 de mayo de 2018
.EL ESTERTOR PARTURIENTO DEL MONTE DIO A LUZ UN RATÓN EN CATALUNYA
Para apaciguar, que no resolver, el tema de vascos y catalanes –entonces
ni siquiera se denominaba problema de
integración de las Nacionalidades históricas-, Franco y Carrero Blanco
disponían de su propio artículo 155: el Estado
de excepción. Durante la dictadura los súbditos españoles tuvimos que
aceptar como algo normal la suspensión de determinados derechos, como si fueran
pocos los suspendidos habitualmente, cada vez que los ciudadanos de aquellos
territorios amagaban con movilizarse por la consecución de sus derechos.
domingo, 6 de mayo de 2018
¿TENGO QUE ACEPTAR QUE ESPAÑA ES UN PAÍS DEMOCRÁTICO?
No crea el lector que la pregunta sólo es retórica. Se nos viene
repitiendo por todos los “medios interesados” que, porque los españoles tenemos
una Constitución, no debe haber la menor duda de que vivimos en democracia, y
que el solo hecho de dudar, aunque sea retóricamente, puede conllevar verse
imputado judicialmente, si aquélla se exterioriza en acciones que no concuerden
con el sistema establecido y procuren mejorarlo o cambiarlo. Es tan enorme el poder de que disponen ciertos
agentes sociales y económicos, que pueden modificar a su favor sin que se note,
incluso, los tres poderes “formales” –legislativo, ejecutivo y judicial-, que
constituyen las bases de nuestro sistema democrático. La vida y la historia nos
enseña lo “normal” que ha sido y es que responsables políticos claudiquen, y
que jueces y fiscales corran en su ayuda, a la espera de que su prevaricación
sea compensada.
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