lunes, 10 de junio de 2019

SI NO MOTOR DE TRANSFORMACIÓN, PODEMOS SÍ HA SIDO MOTOR DE CAMBIO DEL PAÍS


Si no conociésemos la trayectoria intelectual y militante del catedrático Javier Pérez Royo y su manera categórica, casi provocativa de titular sus escritos, podríamos pensar que el aparecido ayer (8-6-19) en eldiario.es se presta a ser interpretado como un instrumento más con que los “poderes fácticos”  están en  lista de espera, según Jesús Marañas, para atizar a Iglesias y atacar a PODEMOS en estos momentos de “debilidad”.

   Si por motor de transformación del país el estimado profesor entiende una “Revolución bolchevique”, lleva toda la razón, pues ni sus dirigentes fundadores, ni la cantidad de  “desencantados” ciudadanos  que se adhirieron al “movimiento”, lo hicieron con tales intenciones. De ahí la facilidad con que la mayoría de aquéllos abandonaron sus responsabilidades, y gran parte de los desencantados han dejado de votar a PODEMOS. Lo que no entiendo, entonces, es la incoherencia de estigmatizar al Partido Morado de “bolcheviques trasnochados”. Mejor, sí lo entiendo, y así también lo entenderá Javier, pues esos sectores sociales y económicos son los mismos que en plena dictadura masacraron al Partido (PCE) que más luchó, por las libertades que hoy gozamos; incluso en las mentes analfabetas e infantiles indujeron la imagen de su Secretario General adornada con cuernos y rabo.
   Desde luego, no son los argumentos contradictorios del filósofo Alba Rico, de cuya entrevista extrae el profesor sevillano lo de que Podemos no es ya el motor de una transformación de este país, una premisa “segura” para deducir las conclusiones expuestas en su artículo. Este fiel del “errejonismo” ni siquiera ve oportuno que Más Madrid deba extenderse al resto de España. Más bien piensa en aprovechar los rescoldos vivos que aún perviven en el resto de España y sumarlos a los de Madrid, y tratar de construir una constelación que obligase a Podemos a aceptar sus verdaderas dimensiones… Pero, dice, habrá que contar con Podemos, pero en algo que sea mucho más grande, que esté más descentralizado y que tenga la capacidad de recuperar el primer discurso como las primeras prácticas del 15M  ¿En qué quedamos, sr. Alba; quiere que Podemos desaparezca o que se recupere?¿Es una vuelta al pasado lo que propone?
   No creo que Pérez Royo esté de acuerdo con esa descentralización y vuelta al pasado, cuando atribuye a Podemos haber sido un paraguas que ha dado cobertura a múltiples opciones políticas condenadas cada una de ellas por sí sola a la marginalidad, cuando no a la irrelevancia… El “experimento” salió bien en las elecciones municipales y autonómicas de 2015 y en las elecciones generales de 2015 y 2016, pero el vínculo entre el todo y las partes estaba cogido con alfileres. Ni siquiera admite el profesor, como argumenta Pablo Iglesias, que en las anteriores elecciones el centro ha aguantado y quienes han fallados han sido los territorios. Y en eso algo podemos coincidir; pero no estoy de acuerdo en lo de que aquí no ha aguantado nadie, porque lo que se ha puesto en cuestión es el proyecto político que el paraguas representaba. Me da la sensación de que el maestro Pérez Royo identifica el proyecto político de Podemos con la organización que lo debe llevar a efecto. Si alguien aún ignora que Podemos tiene un proyecto político, que no viene al caso detallar, es por desidia o mala fe.
   Reconoce, no obstante, el profesor la “hazaña” de Podemos en romper el techo de los 23 escaños del PCE-PSUC de la primera legislatura constitucional. Desde 1979 la izquierda no socialista no había conseguido superar ese listón. Ha sido Podemos con las confluencias quien lo superó con creces en 2015 y 2016 y lo ha vuelto a superar en 2019, aunque con un descenso significativo respecto a lo conseguido hace apenas tres años. Y, como militante comunista que fue, admira el mérito del Partido Morado por las dificultades sufridas para superar aquellas cotas. Por ello mismo, no debería ignorar que, mientras que persista el sistema liberal-capitalista, muy difícilmente, tanto el Psoe, como otra fuerza política a su izquierda se elevarán por encima de las cotas respectivas que les asigne tal sistema. No nos engañemos. Parece que olvidamos el apoyo exterior, el chorro de dólares USA y de marcos alemanes recibido por el Psoe, con tal de que, a la muerte del dictador, fuera éste el partido que gobernara, impidiendo que fuera el Partido (PCE) que más lo merecía por los sacrificios de su gente en la lucha contra  la dictadura… No obstante, al partido de Felipe y de Guerra hasta que no abjuró del Marxismo, no le dejaron gobernar en 1982. Sin esos factores difícilmente, sintetizando mucho, el Psoe hubiera gobernado.
No podemos admitir, como lo hace Pérez Royo, que Podemos no ha sido en ningún momento un partido político que pudiera ser portador de un proyecto de dirección del país. ¿Es que un proyecto político es un gen innato? Y, si ello es así, ¿cómo el Psoe lo perdió en la guerra civil, y 40 años después, milagrosamente, lo encontró? Seguramente, como afirma Pérez Royo, el Gobierno que ha sido capaz de formar Pedro Sánchez a partir de 84 escaños no lo hubiera podido formar Pablo Iglesias, aunque hubiera tenido esos escaños. Pero, aunque no creo que intencionadamente, el profe descontextualiza y manipula tal hecho; primero olvidando el trabajo de Pablo Iglesias, sin el que Sánchez no hubiera llegado a la Moncloa, dadas, además, sus reticencias a la moción de censura. Segundo, afirmando que Podemos no cuenta con el número de profesionales solventes que estén dispuestos a integrarse en un Gobierno del PSOE, que son los que garantizan el funcionamiento de manera efectiva de la maquinaria del Estado. Tal afirmación no deja de ser gratuita por más que la repitan los que quieren desprestigiar a los dirigentes de Podemos.  Pues, comparando el curriculum intelectual y profesional de muchos de éstos con el que tenían en 1982 los líderes del Psoe, la balanza se inclina a favor de los primeros. No obstante, como el mismo profesor reconoce, la experiencia la da el tiempo y la práctica. Para conseguir esto hace falta tiempo. De la historia no se puede prescindir. No es justo exigir a Podemos lo que en su momento no se le exigió al Partido Socialista. En ese sentido, hay que recordarle al profesor que el Psoe se funda el 2 de mayo de 1879, que su fundador no obtiene su primer y único escaño en el Congreso hasta mayo de 1910. Más de 30 años fraguando un proyecto político, y que éste sea conocido y aceptado por la mayoría.  No vemos, pues, razón de peso para que a Podemos, a pesar de los bulos y zancadillas, se le pueda pedir mucho más con tan sólo cinco años de vida.
   Es posible que, como le ocurrió al PCE-PSUC, y, después IU, PODEMOS nunca llegue al Gobierno de España. Tampoco el Partido Comunista Italiano (PCI), p.ej., gobernó Italia a pesar de su aggiornamento eurocomunista. Es cierto que la comparación esté “traída por los pelos”, pues el núcleo ideológico fundacional de PODEMOS es más amplio y diverso –transversal dicen ahora- que el de los partidos comunistas clásicos; pero no se podrá negar que muchas de las reivindicaciones del “Manifiesto de 1848”, entonces “revolucionarias”, hoy están plasmadas en cualquier Constitución democrática. Por tanto, no hay razón alguna para que PODEMOS salga a la competición electoral renunciando a sus principios políticos y pensando en llegar, como mucho, a ser “comparsa” del Psoe como lo fueron PCE o IU durante el “bipartidismo”. Que el resultado de unas determinadas lecciones no sea el mejor para un partido no debería llevar a pensar en la disolución inevitable del mismo. Los tiempos y la lógica de la política, más en unas elecciones, distorsionan ilógicamente el transcurso normal del tiempo. Y se dan hechos, como el advenimiento de Vox, consentido y promocionado por los medios, que hacen que muchos votantes valoren más la utilidad de su voto, dirigiéndolo a fuerzas políticas, como el Psoe, que les presta mejor garantía, para poder contener el ascenso del fascismo. Podemos suponer que muchos votos de la izquierda se han prestado con este fin a los socialistas de Sánchez. Lo que no exime al partido de Iglesias hacer una seria reflexión autocrítica de los últimos resultados electorales y poner los medios necesarios para su recomposición. Pero tampoco olvidar que por tales o peores contratiempos han pasado Psoe y otros. Y esa autocrítica no le debe hacer renegar, ni minusvalorar sus 42 escaños, necesarios para investir a Pedro Sánchez Presidente, si éste ha sabido escuchar lo de ¡con Rivera no!, ¡con  Rivera, no!
   No entiendo qué pruebas tiene Pérez Royo, para concluir que PODEMOS no puede gastar energías en entrar en el Gobierno, porque tiene que concentrar todas de las que dispone en evitar su disolución como proyecto político. Es cierto que nadie se salva en una desgracia si no pone todo lo que esté de su parte. Pero afirmar de manera tan contundente que PODEMOS no entrará en el Gobierno, y no se va a salvar, si antes no es capaz de recomponer las complicidades personales y territoriales que se tejieron en su fase inicial de presentación en sociedad, además de buscar soluciones en el pasado, es ignorar que dichas complicidades se dan en todos los partidos y agrupaciones formadas por humanos. No podemos, pues, negar a priori que la fórmula, legal y legítima, de gobernar en coalición sea una parte integrante de las energías de que dispone PODEMOS para evitar su disolución. Sin el no es no de Sánchez y sin su “podemización” oportunista frente a Susana y otros barones, hoy estaríamos hablando de otra cosa. Por cierto; algunos de esos barones “antisanchistas”, incomprensiblemente han reforzado sus baronías con mayorías absolutas… En cuestión de pactos políticos, especialmente tratándose del Psoe, lo del refrán castellano: más vale pájaro en mano que cientos volando…
   Por último, si me lo permites, Javier, una reflexión de quien te admira y está “enganchado” a tus escritos sobre constitucionalismo, pero que no siente lo mismo respecto de tus artículos sobre política. En el primer caso te considero un maestro, pero en el segundo sólo puedo respetar tu opinión como la de cualquier columnista o tertuliano “mediático”…



   Manuel Vega Marín. Madrid, 10 de Junio, 2019  www.solicitoopinar.blogspot.com.es

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