martes, 10 de noviembre de 2015

PRÓLOGO DE MI NUEVO LIBRO



Lo que el lector tiene en sus manos no es si quiera un pequeño “manual” de Economía. Es un conjunto de artículos relacionados con el tema, no sin cierto hilo conductor, que he ido escribiendo a medida que he ido reflexionando y analizando al socaire de la crisis y de los problemas, que la misma ha provocado. Por supuesto, como no soy economista “profesional”, me he ayudado y apoyado en el estudio de los más prestigiosos economistas, unos muertos, otros, aún vivos. Ni que decir tengo, que mi intención es puramente pedagógica y divulgativa. Al final de este libreto facilitaré algunas de las obras y sus correspondientes autores.

El título de este “opúsculo” es bastante intencionado, ya que no es, como he dicho, un manual estructurado en torno a conceptos teóricos o elementos estadísticos-matemáticos, como los usados en las Facultades de Económicas. De ahí lo de “para adultos no iniciados”; pero que cualquier ciudadanos maduro, interesado en lo que está ocurriendo en España y en el Mundo, en este, como en cualquier otro tema, puede comprender y opinar con sólo tener claro los principales factores y actores implicados en “eso” que llamamos “la Economía”. El adulto al que me dirijo, de alguna manera, más o menos clara, tiene idea de conceptos como mercado, inversores públicos o privados, entidades financieras, especuladores, dinero, trabajo, producto-mercancía, etc., etc.…
De la lectura atenta de este breviario el lector, sin tener que haber cursado una enseñanza “reglada”, podrá obtener una idea más “académica” de tales conceptos, y, sobre todo, como se combinan en las relaciones económicas.
Naturalmente, el hilo conductor de este conjunto de artículos no es, ni puede ser neutral, pues, como el lector deducirá, en estos escritos está latente una discusión crítica con un sector de economistas, que intentan, y, en muchos casos han logrado, imponer su visión parcial e interesada de la Economía, como si de una “verdad dogmática” se tratara. Y lo primero que deducirá es que la economía no es una ciencia, y, mucho menos, neutral; y que por mucho que los defensores de esta opción (los ultraliberales), utilicen complicados modelos matemáticos y estadísticos y pretendan con una “jerga” especial, dotarla de un carácter científico, en realidad, lo que hay detrás de toda esa “tramoya”, no es más que pura “ideología” interesada. Ni siquiera la palabra “Economía” está bien utilizada, cuando con ella se pretende destacar su autonomía del concepto mucho más amplio, Política, del que depende aquélla en cualquiera de sus manifestaciones. Lo correcto, como hicieron y hacen sus primeros o actuales grandes teóricos, es referirse a este fenómeno humano y social con el complejo conceptual de Política económica o Economía política.
Por último, advierto al lector que el orden de los artículos es el de su fecha de escritura.
Estaré muy contento de haber conseguido mi propósito, si el lector disfruta con su lectura, y, estoy seguro, saca muchas más conclusiones y enseñanzas. Gracias.

       El autor.


Si algun lector está interesado en él, contacte en el correo elmismotal@gmail.com

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