…¡Esto es la guerra…; más
maera!... Cada vez que se produce un atentado como el del viernes
(13-XI-15) en París, me viene esa imagen “humorística” de Groucho Marx.
Igualmente, siempre que se produce un hecho de esas nefastas características,
todos los medios informativos difunden hasta la saciedad las imágenes de Jefes
de Estados y de Gobiernos y de otras instituciones desgañitándose en declaraciones solemnes y rimbombantes,
sólo para quedar bien ante sus ciudadanos y electores y las víctimas de los
damnificados. Es una actitud lógica que tiene todos mis respetos. Pero a lo que
no me adhiero es a la hipocresía que subyace bajo tanta teatralidad. Pues son
estos mismos Estados y Gobiernos los que fomentan las guerras, para mantener la
industria armamentística y su propio bienestar a costa de empobrecer a la
población de los países afectados.
Cuando los Bush, padre e hijo, y el mismo T. Blair han reconocido, de
alguna manera, sus mentiras y medias verdades sobre las guerras del Golfo y de
Irak, el expresidente Aznar, el último en la famosa foto de las Azores, aún no
se ha dignado a reconocer ante los españoles la zafiedad de sus errores, ni de
pedir perdón a las víctimas. Todos sabemos, por más que se nos quiera hacer
olvidar, que, tanto Al Qaeda primero, como ISIS después, u otros grupos
radicales derivados de aquellos, no existían antes de que Afganistán fuera
ocupado por la U. Soviética. Fueron los EE.UU. y sus aliados occidentales, con
la decisiva ayuda financiera de Arabia Saudí, quienes crearon y alimentaron
armamentísticamente al grupo de Bin Laden. Igualmente, hasta que los rusos no
han aclarado su apoyo al dictador sirio, todos han estado mirando para otro
lado, mientras Asad machacaba a su pueblo más pobre, haciendo huir a millones
de ciudadanos que podían pagar con sus ahorros a los mafiosos, sin que éstos
les garantizaran sobrevivir a mares y desiertos…
Es claro que ninguna de las partes en conflicto está dirigida o
protegida por “ángeles custodios”; y más cierto aún es que quienes sufren las
consecuencias de sus intereses egoístas y de sus escandalosos errores son las
poblaciones inocentes de los diferentes bandos. Está por ver que al “pacifista”
Obama se le oiga decir, respecto de las continuas masacres de los israelíes
sobre los palestinos, que son atentados
contra la Humanidad, como lo ha hecho con la masacre de París. Sólo ahora
que todos estos movimientos se confunden con los llamados “terroristas
radicales”, aprovechan para vaciar sus arsenales de armamento viejo y
sustituirlos por otros más modernos y mortíferos. No fue precisamente un
antibelicista, sino un General como Eisenhower, en su discurso de despedida a
la nación (17-I-1961), quien advirtió a su sucesor, Kennedy, del peligro que
significaba el enorme poder acumulado por el “Pentágono” y su complejo
militar-industrial. Años después, 1966, es otro General, De Gaulle, el que hace
que Francia abandone la estructura integrada militar de la OTAN, temiendo el
poderío, anunciado por su colega norteamericano. Es importante recordar estos
hechos a los que ahora critican, por incorporarse a PODEMOS, a nuestro General
Julio Rodríguez, cuando en su sensatísimo artículo (El País, 15-XI-15) escribe
que la solución del autodenominado Estado
Islámico no puede ser únicamente militar…, y de poco servirán (estas y
otras medidas similares), si no se ven
acompañados de un enfoque integral que incorpore los medios políticos,
diplomáticos y de cooperación adecuados…, hay que combatir la desigualdad y la
exclusión social en las periferias urbanas europeas de las que a menudo
provienen (estos terroristas). Aconsejo encarecidamente la lectura completa
de dicho artículo.
Tendríamos que recordar aquí que gran parte de los reclutados por estos
grupos terroristas provienen de los barrios más pobres y segregados de Ceuta y
Melilla, en su cercanía con Marruecos, dos ciudades autónomas gobernadas por el
PP y de un Gobierno muy “hermanado” con nuestra Monarquía y mimado por nuestros
sucesivos gobiernos.
Occidente y esta Europa de los “valores humanos” y “derechos
democráticos” está actuando como los “furtivos” que cazan con “hurón”:
introducen a estos malolientes animales por una entrada de la “madriguera”,
mientras esperan, en la otra, a los conejillos que huyen, para descargar sobre ellos
sus escopetas o la furia de sus “jaurías”. Así actúan estos “cazadores de la
sociedad del bienestar”: indiscriminadamente, trátese de mayores, mujeres o
niños, civiles o no, los echan de sus países, pueblos o viviendas, para, a los
que han tenido la suerte de sobrevivir a mares y desiertos, retenerlos en sus
fronteras cerradas con concertinas, pelotazos y gases… El derecho de asilo se
ha sustituido por nuestro derecho a tener fronteras seguras. Como dice en
profesor Torreblanca, ya no se trata de
cómo integrarlos, sino de cómo devolverlos a sus países de origen. Ya no se
trata de parar la guerra en Siria, sino de pagar a Turquía (¿y por qué no a
Grecia? para que los retenga… Europa
quiere resolver el problema construyendo una valla, más bien decenas, y
arrojando dinero por encima de ella… ¡Y nuestro Gobierno del PP, en vez de
ampliar el horizonte del Derecho Universal, lo constriñe, por puros intereses
económicos-comerciales con China, a la que tanto se critica, precisamente, por
los recortes, que su Gobierno comunista hace de los Derechos Humanos!...
Pero hay algo peor en esta conducta hipócrita: se nos intenta convencer,
como indecentemente ha hechos un “príncipe” de la Iglesia Católica Española,
utilizando un lenguaje evangélico, que dentro del “trigo limpio” de los que
huyen del hambre y la guerra, en busca de una vida digna y pacífica, puede
camuflarse la “cizaña”. Pero es una voz más de los que intentan inculcarnos,
además, de que estos “fugitivos” huyen del fanatismo religioso musulmán, olvidando
nuestros “prebostes” y gobernantes que el Dios que fundamenta la pretendida
civilización cristiano-europea, es el mismo en el que creyó “el Profeta”, y, a
través de él, sus descendientes… Hay que tener presente que atentados más duros
de los del otro día en París los están sufriendo diariamente en Siria o en
cualquiera del Oriente Medio musulmán. Países bombardeados por las potencias
occidentales que carecen de un plan político-económico posterior al enorme
vacío de poder, en que quedan esos Estados fallidos, y que vienen a rellenar
decenas de grupos y tribus enemistados entre sí. La llamada “Primavera árabe”
se vio frustrada por falta de ayuda de los países que alardean de democracia.
Tenemos que convencernos de que nuestro modelo de democracia no se puede
imponer por la fuerza de las armas…
Sufriremos unos días oyendo las “rimbombantes” declaraciones de los
máximos líderes políticos; nos cansaremos de leer los más variados análisis de
supuestos entendidos en temas de terrorismo, y, sobre todo la prensa escrita
aprovechará este horrible atentado para rellenar sus páginas y vender
ejemplares. Así mismo, los medios televisivos llenarán sus pantallas y nutrir
sus tertulias de imágenes morbosas, dirigidas a las tripas de los televidentes,
en vez de a su inteligencia sosegada. Y los gobiernos “democráticos”, como ya
lo ha hecho el de Francia, aprovecharán para “sacar pecho” bombardeando y
legislar “en caliente”, recortando libertades en el “ara” de la seguridad. Es
triste que no quieran aprender de la experiencia de los atentados terroristas
que se vienen produciendo desde la guerra de Irak, pasando por el más cercano
de Charlie Hebdo, perpetrado también
en el corazón de la Capital de la Luz… No quieren caer en la cuenta de que lo
que pretenden los llamados “radicales” es seguir buscando pretextos para seguir
con su guerra “yihadista”… Hoy París y toda Francia, por mucho que se quiera
disimular con imágenes seleccionadas, son una ciudad y una nación atemorizada
en que transportes públicos, comercios y hoteles turísticos aparecen
semivacíos. Tenemos que oír y leer que los servicios policiales y de seguridad
tenían controlados a muchos de esos desalmados terroristas; que, incluso, están
deteniendo a algunos de sus autores… Pero, si no se hace nada más, ¿daremos
vida a los inocentes que la han perdido y a los próximos que, seguramente, la
perderán, si los países y Estados europeos sólo se conforman con convocar y
reunirse una vez y otra, sin fijar unas políticas concretas a poner en
práctica urgentemente?...
Como prueba de lo que digo, basta haber seguido el “falso debate” de la
Sexta Noche del último sábado, o los titulares de prensa del día después. No
deja de ser sintomático que, salvo raras excepciones, en uno y otro medio se
obvie de hablar de las causas de tan “horrible fenómeno”, por otra parte, no
tan moderno. Sin embargo, las largar colas de las familias que sufren todo tipo
de calamidades en nuestras fronteras, parece que, como por arte de magia, han
desaparecido de sus pantallas y titulares. Conviene destacar la sabia
intervención en la escasa conexión que la Sexta hizo con el profesor Vestryinge.
Pero, como siempre, la ignorancia y la insolencia del seudoperiodista, E. Inda,
convirtió el debate en un “todo vale” contra PODEMOS. Casi le faltó, aunque sí
lo sugirió, porque este partido no se haya adherido sumisamente a un “pacto antiyihadista”, efectista, pero no
eficaz, estar financiado no sólo por Venezuela, sino también por Irán. La falaz
tesis de este ignorante periodista, repetida in crescendo, de comparar el nazismo con el “terrorismo islamita”,
y su conclusión de que la única solución es “machacar” a estos insurgentes,
sólo muestra, a parte de su mendaz error histórico, su talante machista y
fascistóide. Su demostrada innata incapacidad de escuchar las razones de los
demás o de pretender taparlas con sus constantes y cortantes alaridos, le hacen
meritorio de ser sustituido urgentemente por otro tertuliano más sosegado e
informado…
Continuará…
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