lunes, 16 de febrero de 2015

EL HARAKIRI, SEGÚN VARGAS LLOSA (continuación de “El Dilema”, según J.C.Diez)




   Cuando ya tenía estructurado en anterior artículo-respuesta al sr. Diez, en El País de fecha posterior, me encuentro con dos artículos sobre el mismo tema, Rendir cuentas, de Santos Juliá, y el que encabeza este escrito. Sobre el pensamiento al respecto de Juliá, ya tuve ocasión de comentarlo (Cfr. mi blog solicitoopinar.blogspot.com.es). Me atendré, por tanto, a la opinión del Nobel, manifestada en el periódico citado, de fecha 8-2-2015.

   Es lógico que el “fenómeno” PODEMOS acapare la atención de políticos, politólogos, sociólogos e historiadores. Pero, igual que lógico, es sospechosa la salida en tromba de estos intelectuales, que reconociendo algunas de las causas que han desatado tal fenómeno, no hubieran dedicado sus finos análisis a combatirlas en los momentos en que se producían, en vez de mirar para otro lado. Por tal conducta debieran asumir, también, su cuota de responsabilidad. Pero la “vida muelle” y el estatus que les proporcionaba su defendida “modélica” Transición y, ante el “imaginado” miedo a perder sus prebendas, salten de sus poltronas ante el temor de que los “nuevos actores” se las “remuevan”.
   ¿Y qué decir de esos otros, no tan intelectuales, banqueros, especuladores, ejecutivos del Ibex-35, etc., etc., que, no obstante hacer alarde de sus beneficios, también se quejan en la mayoría de los “medios” de los que son propietarios? Sólo que ponen de manifiesto quiénes “mueven los hilos” de las marionetas que actúan en el “tablado”, que, hipócritamente, llamamos democracia… Pues bien, a ambos “coros” aplaude el sr. Vargas Llosa, prestando su merecido y reconocido prestigio en el mundo de las letras.
   Estimo el arte de este gran “escribidor”. Le aprecio su talante de “liberal-ilustrado”, su espíritu libre de “dogmáticas” y otras “ñoñerías en el campo erótico-sexual. Pero no tanto en lo referido al mundo de la Política y de la Economía. En estos campos lo considero “ultra-liberal-conservador”, convirtiendo la palabra y el concepto LIBERAL, contradictoriamente, en un dogma, causante del “pensamiento único”.
   ¿Qué mueve al autor de La Fiesta del chivo a increpar y culpabilizar a los “pobres” ciudadanos griegos, que no son más que “chivos expiatorios” de las políticas neoliberales y corruptas, impuestas desde Europa, aceptadas y mantenidas por diferentes “trust” familiares, llamárasen como se llamaren los diferentes partidos políticos que, hasta ahora, han “gobernado” el país, cuna de la Democracia, con engaños y argucias, en beneficio de sus “compinches” y avaros prestamistas? No, sr. Vargas Llosa, es del todo injusto que responsabilice por igual al nuevo y actual gobierno de SYRIZA.
   Haga memoria y recuerde su “fallida” contienda política contra aquel medio japonés, Fujimori, que dejó a su pueblo, el suyo, en la bancarrota, para huir, después, “de rositas” a Japón, mientras usted y su talento optaban por una vida más cómoda en el Occidente europeo, en vez de poner tales dones al servicio de sus paisanos. ¡Qué fácil es criticar desde la vieja cultura europea al resto de países latinoamericanos, precisamente ahora que están saliendo del barrizal dejado por los esquilmadores e “indianos”, ávidos de “hacer las américas”! Gracias al esfuerzo de esos pueblos y de sus nuevos gobiernos que, desde este hemisferio, se les tilda de “filocomunistas”, “bolivarianos”, “populistas” y de todos los tópicos que se quiera… Pero lo cierto es que, pasito adelante, pasito atrás, se van superando del SHOCK cultural y económico a que fueron sometidos por las políticas ultraliberales de los “Chicago-Bois”. También osaré recomendarle la lectura del libro de NAOMI KLEIN. Muy descabellada, por otra parte, su comparación “metemiedo” del triunfo electoral de SYRIZA con el de Hitler o Mussolini. Sólo recordarle dos de las primeras medidas de este Gobierno: reconocerles la ciudadanía a los inmigrantes nacidos en Grecia y rendir homenaje a las víctimas del nazismo, a pesar del tan criticado pacto con un pequeño partido xenófobo. En su querida España los “herederos” del franquismo ¡no han pedido perdón por los horrores causados por tal régimen, y en las cunetas siguen enterrados y desaparecidos los que dieron sus vidas por la libertad y por la República! ¡Casi cuarenta años después de nuestra “asentada” democracia y de “modélica” Transición!...
   Usted, Don Mario, tiene edad como para no decir que “Alemania no es la culpable de que buen número de países de la Europa comunitaria tengan su economía hecha ruina”. Se olvida de los daños, no sólo materiales y económicos, sino humanos, traducidos éstos en millones de muertos, cuya vuelta a la vida sí que es de imposible “negociación”. Dos guerras mundiales en un solo siglo, que aún queda muy cercano en el tiempo. Sin embargo, esos mismos países masacrados, incluido Grecia, ayudaron al pueblo alemán a resurgir de sus cenizas con todo tipo de ayudas posibles (las imposibles fueron revivir a sus propios muertos), incluido un “plan Marshal”, que otros países, también víctimas, como España, no tuvieron ocasión de disfrutar. Olvida usted también los respectivos Tratados internacionales, de Versalles (1919) y Londres (1953), con cuya condonación importante de la deuda, esa que ahora resulta “metafísicamente” imposible siquiera de renegociar o reestructurar. Ese gran gesto solidario hizo que pronto Alemania encabezara a los países de la Unión. Almudena Grande, en su columna Memoria, El País 9-2-2015, pormenoriza los datos del Tratado de Londres. De los 38.000 millones de marcos de entonces se le perdonaron más de 24.200. A esa enorme “quita” contribuyeron países como Irlanda y España, que ahora se oponen acérrimamente a tener un gesto similar con los griegos.
   Es tremendamente injusto y falso que diga “que no hay que olvidar que Alemania debió absorber y resucitar a un cadáver –la Alemania comunista- a costa de formidables esfuerzos sin quejarse, ni pedir ayuda a nadie”. Es usted quien olvida, aparte de lo dicho en el párrafo precedente, la permisión que se le otorgó a su disparatado déficit público para facilitarle la “unificación”. ¿Está la emperaOra Merkel y sus bancos dispuestos a adoptar la misma actitud solidaria? Y, por cierto, sr. Vargas Llosa, omite los millones de vidas truncadas en aras de la liberación de Europa y de los campos de concentración nazis en suelo alemán. ¿Eran conocedores de estos mataderos de hombres, mujeres y niños los ciudadanos alemanes? ¿Se les podría responsabilizar a ellos de tales atrocidades? Pues tengo que recordarle que muchos de aquellos millones de muertos fueron los que usted y otros “demócratas liberales” denominan despectivamente “soviéticos” y “comunistas”…
   ¿Cómo puede, además, afirmar este “ilustrado de las letras” que la Sra. Merkel es una europeísta decidida, y que “la prueba de ello es la manera generosa y constante en que apoya, con sus recursos y sus iniciativas, la construcción europea”? A ver si ahora va a resultar que el Bundesbank y el resto de bancos son ONG caritativas, que reparten sus dineros, sin esperar y exigir, manu militari, pingües intereses y rápido “retorno”…
   Es de poca sensibilidad por su parte sostener que las primeras y urgentes medidas (obvio detallarlas) de SYRIZA, para aligerar el sacrificio de sus ciudadanos, son “un milagro equivalente al de curar a un enfermo terminal haciéndole correr maratones” (sic). No, sr. “ilustrado”, sería mejor, siguiendo su lógica, ¡rematarlos!... Total, muerto el perro, se acabó la rabia. Rabia es la que tengo yo ante tanta manifestación de inhumanidad… ¡Menos brillantez en las letras,… y mayor sensibilidad moral y ética!...
   Está claro que respecto de la “quita” se pone usted de parte de Alemania. Sobre este asunto ya hemos dicho suficiente en párrafos anteriores. Pero es sofocantemente demagógico defender la postura insolidaria  de España y su ministro, Guindo. Este gestor y sus antecesores no consultaron a los españoles sobre los 26.000 millones prestados a Grecia. Estoy seguro que algún compatriota hubiera sido solidario. Lo que sí está claro es que a muchísimos españoles no sólo no se les consultó, sino que, simplemente, se les estafó; porque no fue una “quita” a los ahorros de los preferentistas y compradores de acciones de Bankia (y otras entidades), sino un robo en toda regla. Y no contentos con esa fechoría, todavía se nos quita a todos los españoles casi 50.000 millones, no para salvar a los “depositantes”, sino para salvar las vergüenzas de los “amiguetes” del sr. Guindos y sus políticas gubernamentales. ¿Va a reclamar con el mismo ahínco el gobierno del sr. Rajoy esa ingente cantidad de dinero a los sinvergüenzas y rateros que se lo han llevado crudo, para autootorgarse supersueldos, indemnizaciones, fondos de pensiones y sus “cachondeos”, pagados con las famosas tarjetas black? Seguramente, no. El tiempo lo dirá, pero pienso que, una vez saneadas esas entidades con el dinero de todos, serán vendidas a precios de saldo a los mismos o a otros amiguetes de la misma “calaña”.
   Y no vale decir que el pueblo es culpable porque, con su voto, delega en sus representantes; porque cuando se pide esa confianza para un partido o para un programa, que, una vez instalados en el poder, éstos no sólo no cumplen, sino que aprovechan su estancia en el mismo, para, tras un velo de legalidad, y mentira tras mentira, acaban imponiendo su programa oculto.
   Y ya termino, sr. Vargas Llosa, porque, si me “enrollo” con lo que ya sabían, pero ocultaban, de lo “revelado” en la “lista” FALCIANI, no acabaría nunca. Sólo una cosa: aparte de nombres y cantidades, este descomunal entuerto demuestra que lo que “manda” en el mundo, desgraciadamente, no es el noble ejercicio de la política, sino el poderío de los “chiringuitos chupasangre”.
   Permítame la osadía de un consejo final: ponga su enorme inteligencia al servicio, no de verdades de parte, sino de LA VERDAD. De lo contrario, usted solo se hará el harakiri.

   Manuel Vega Marín. Madrid, 11 de Febrero, 2015







      

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