Cuando ya tenía
estructurado en anterior artículo-respuesta al sr. Diez, en El País de fecha
posterior, me encuentro con dos artículos sobre el mismo tema, Rendir cuentas, de Santos Juliá, y el
que encabeza este escrito. Sobre el pensamiento al respecto de Juliá, ya tuve
ocasión de comentarlo (Cfr. mi blog solicitoopinar.blogspot.com.es). Me
atendré, por tanto, a la opinión del Nobel, manifestada en el periódico citado,
de fecha 8-2-2015.
Es lógico que el
“fenómeno” PODEMOS acapare la atención de políticos, politólogos, sociólogos e
historiadores. Pero, igual que lógico, es sospechosa la salida en tromba de
estos intelectuales, que reconociendo algunas de las causas que han desatado
tal fenómeno, no hubieran dedicado sus finos análisis a combatirlas en los
momentos en que se producían, en vez de mirar para otro lado. Por tal conducta
debieran asumir, también, su cuota de responsabilidad. Pero la “vida muelle” y
el estatus que les proporcionaba su defendida “modélica” Transición y, ante el
“imaginado” miedo a perder sus prebendas, salten de sus poltronas ante el temor
de que los “nuevos actores” se las “remuevan”.
¿Y qué decir de esos
otros, no tan intelectuales, banqueros, especuladores, ejecutivos del Ibex-35,
etc., etc., que, no obstante hacer alarde de sus beneficios, también se quejan
en la mayoría de los “medios” de los que son propietarios? Sólo que ponen de
manifiesto quiénes “mueven los hilos” de las marionetas que actúan en el
“tablado”, que, hipócritamente, llamamos democracia… Pues bien, a ambos “coros”
aplaude el sr. Vargas Llosa, prestando su merecido y reconocido prestigio en el
mundo de las letras.
Estimo el arte de
este gran “escribidor”. Le aprecio su talante de “liberal-ilustrado”, su
espíritu libre de “dogmáticas” y otras “ñoñerías en el campo erótico-sexual.
Pero no tanto en lo referido al mundo de la Política y de la Economía. En estos
campos lo considero “ultra-liberal-conservador”, convirtiendo la palabra y el
concepto LIBERAL, contradictoriamente, en un dogma, causante del “pensamiento
único”.
¿Qué mueve al autor
de La Fiesta del chivo a increpar y
culpabilizar a los “pobres” ciudadanos griegos, que no son más que “chivos
expiatorios” de las políticas neoliberales y corruptas, impuestas desde Europa,
aceptadas y mantenidas por diferentes “trust” familiares, llamárasen como se
llamaren los diferentes partidos políticos que, hasta ahora, han “gobernado” el
país, cuna de la Democracia, con engaños y argucias, en beneficio de sus
“compinches” y avaros prestamistas? No, sr. Vargas Llosa, es del todo injusto
que responsabilice por igual al nuevo y actual gobierno de SYRIZA.
Haga memoria y
recuerde su “fallida” contienda política contra aquel medio japonés, Fujimori,
que dejó a su pueblo, el suyo, en la bancarrota, para huir, después, “de
rositas” a Japón, mientras usted y su talento optaban por una vida más cómoda
en el Occidente europeo, en vez de poner tales dones al servicio de sus
paisanos. ¡Qué fácil es criticar desde la vieja cultura europea al resto de
países latinoamericanos, precisamente ahora que están saliendo del barrizal
dejado por los esquilmadores e “indianos”, ávidos de “hacer las américas”!
Gracias al esfuerzo de esos pueblos y de sus nuevos gobiernos que, desde este
hemisferio, se les tilda de “filocomunistas”, “bolivarianos”, “populistas” y de
todos los tópicos que se quiera… Pero lo cierto es que, pasito adelante, pasito
atrás, se van superando del SHOCK
cultural y económico a que fueron sometidos por las políticas ultraliberales de
los “Chicago-Bois”. También osaré recomendarle la lectura del libro de NAOMI
KLEIN. Muy descabellada, por otra parte, su comparación “metemiedo” del triunfo
electoral de SYRIZA con el de Hitler o Mussolini. Sólo recordarle dos de las
primeras medidas de este Gobierno: reconocerles la ciudadanía a los inmigrantes
nacidos en Grecia y rendir homenaje
a las víctimas del nazismo, a pesar del tan criticado pacto con un pequeño
partido xenófobo. En su querida España los “herederos” del franquismo ¡no han
pedido perdón por los horrores causados por tal régimen, y en las cunetas
siguen enterrados y desaparecidos los que dieron sus vidas por la libertad y
por la República! ¡Casi cuarenta años después de nuestra “asentada” democracia
y de “modélica” Transición!...
Usted, Don Mario,
tiene edad como para no decir que “Alemania
no es la culpable de que buen número de países de la Europa comunitaria tengan
su economía hecha ruina”. Se olvida de los daños, no sólo materiales y
económicos, sino humanos, traducidos éstos en millones de muertos, cuya vuelta
a la vida sí que es de imposible “negociación”. Dos guerras mundiales en un
solo siglo, que aún queda muy cercano en el tiempo. Sin embargo, esos mismos
países masacrados, incluido Grecia, ayudaron al pueblo alemán a resurgir de sus
cenizas con todo tipo de ayudas posibles (las imposibles fueron revivir a sus
propios muertos), incluido un “plan Marshal”, que otros países, también
víctimas, como España, no tuvieron ocasión de disfrutar. Olvida usted también
los respectivos Tratados internacionales, de Versalles (1919) y Londres (1953),
con cuya condonación importante de la deuda, esa que ahora resulta
“metafísicamente” imposible siquiera de renegociar o reestructurar. Ese gran
gesto solidario hizo que pronto Alemania encabezara a los países de la Unión.
Almudena Grande, en su columna Memoria, El País 9-2-2015, pormenoriza
los datos del Tratado de Londres. De los 38.000 millones de marcos de entonces
se le perdonaron más de 24.200. A esa enorme “quita” contribuyeron países como
Irlanda y España, que ahora se oponen acérrimamente a tener un gesto similar
con los griegos.
Es tremendamente
injusto y falso que diga “que no hay que
olvidar que Alemania debió absorber y resucitar a un cadáver –la Alemania
comunista- a costa de formidables esfuerzos sin quejarse, ni pedir ayuda a
nadie”. Es usted quien olvida, aparte de lo dicho en el párrafo precedente,
la permisión que se le otorgó a su disparatado déficit público para facilitarle
la “unificación”. ¿Está la emperaOra Merkel y sus bancos dispuestos a adoptar
la misma actitud solidaria? Y, por cierto, sr. Vargas Llosa, omite los millones
de vidas truncadas en aras de la liberación de Europa y de los campos de
concentración nazis en suelo alemán. ¿Eran conocedores de estos mataderos de
hombres, mujeres y niños los ciudadanos alemanes? ¿Se les podría
responsabilizar a ellos de tales atrocidades? Pues tengo que recordarle que
muchos de aquellos millones de muertos fueron los que usted y otros “demócratas
liberales” denominan despectivamente “soviéticos” y “comunistas”…
¿Cómo puede, además,
afirmar este “ilustrado de las letras” que la Sra. Merkel es una europeísta
decidida, y que “la prueba de ello es la
manera generosa y constante en que apoya, con sus recursos y sus iniciativas,
la construcción europea”? A ver si ahora va a resultar que el Bundesbank y el resto de bancos son ONG
caritativas, que reparten sus dineros, sin esperar y exigir, manu militari, pingües intereses y
rápido “retorno”…
Es de poca
sensibilidad por su parte sostener que las primeras y urgentes medidas (obvio
detallarlas) de SYRIZA, para aligerar el sacrificio de sus ciudadanos, son “un
milagro equivalente al de curar a un enfermo terminal haciéndole correr
maratones” (sic). No, sr. “ilustrado”, sería mejor, siguiendo su
lógica, ¡rematarlos!... Total, muerto el perro, se acabó la rabia. Rabia es la
que tengo yo ante tanta manifestación de inhumanidad… ¡Menos brillantez en las
letras,… y mayor sensibilidad moral y ética!...
Está claro que
respecto de la “quita” se pone usted de parte de Alemania. Sobre este asunto ya
hemos dicho suficiente en párrafos anteriores. Pero es sofocantemente
demagógico defender la postura insolidaria
de España y su ministro, Guindo. Este gestor y sus antecesores no
consultaron a los españoles sobre los 26.000 millones prestados a Grecia. Estoy
seguro que algún compatriota hubiera sido solidario. Lo que sí está claro es
que a muchísimos españoles no sólo no se les consultó, sino que, simplemente,
se les estafó; porque no fue una “quita” a los ahorros de los preferentistas y
compradores de acciones de Bankia (y otras entidades), sino un robo en toda
regla. Y no contentos con esa fechoría, todavía se nos quita a todos los españoles casi 50.000 millones, no para salvar a
los “depositantes”, sino para salvar las vergüenzas de los “amiguetes” del sr.
Guindos y sus políticas gubernamentales. ¿Va a reclamar con el mismo ahínco el
gobierno del sr. Rajoy esa ingente cantidad de dinero a los sinvergüenzas y rateros que se lo han
llevado crudo, para autootorgarse supersueldos, indemnizaciones, fondos de
pensiones y sus “cachondeos”, pagados con las famosas tarjetas black?
Seguramente, no. El tiempo lo dirá, pero pienso que, una vez saneadas esas
entidades con el dinero de todos, serán vendidas a precios de saldo a los
mismos o a otros amiguetes de la misma “calaña”.
Y no vale decir que
el pueblo es culpable porque, con su voto, delega en sus representantes; porque
cuando se pide esa confianza para un partido o para un programa, que, una vez
instalados en el poder, éstos no sólo no cumplen, sino que aprovechan su
estancia en el mismo, para, tras un velo de legalidad, y mentira tras mentira,
acaban imponiendo su programa oculto.
Y ya termino, sr. Vargas Llosa, porque, si me “enrollo” con
lo que ya sabían, pero ocultaban, de lo “revelado” en la “lista” FALCIANI, no
acabaría nunca. Sólo una cosa: aparte de nombres y cantidades, este descomunal
entuerto demuestra que lo que “manda” en el mundo, desgraciadamente, no es el
noble ejercicio de la política, sino el poderío de los “chiringuitos chupasangre”.
Permítame la osadía
de un consejo final: ponga su enorme inteligencia al servicio, no de verdades
de parte, sino de LA VERDAD. De lo contrario, usted solo se hará el harakiri.
Manuel Vega Marín.
Madrid, 11 de Febrero, 2015
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