UN WATERGATE MUY PROPIO DE LA ESPAÑA CAÑÍ…
“El Estado también se
defiende desde las cloacas”. Algo así dijo Felipe Gonzales siendo Presidente
del Gobierno, y “de aquellos polvos, estos lodos…”. Aunque parece que sobre
este tema ya se ha dicho casi todo en estos días, aún faltan unas declaraciones
rotundas y una persecución real por parte del Presidente Sánchez y de su
Gobierno de todas las ratas que siguen pululando por los desagües y
alcantarillas, sin que esos contaminantes roedores lleguen a las depuradoras
públicas. Como dudo mucho de que ello se vaya a producir, que por lo que a mí
respecta como demócrata, ¡conste mi más
firme protesta!
Cabe que un Estado democrático pueda contar con los instrumentos
adecuados para combatir a las fuerzas, que, en mala lid, se oponen a aquél, o
que, aun aceptando la democracia, pretenden conseguir sus objetivos por cauces
ilegales y espurios. Pero lo peligroso para un gobierno democrático es aceptar
una declaratio belli de aquellos
sujetos que no están legitimados para tan grave declaración. Fue precisamente
lo que hizo el Gobierno socialista montando el GAL, para combatir a ETA. Y,
aunque un gobierno democrático posee el monopolio de la violencia y toda la
maquinaria para ejercerla, su inoportuna puesta en práctica sería algo así como
poner a elefantes a cazar moscas. El Estado fue más eficiente en la derrota de
ETA empleando el arsenal de la Ley e, inclusive, “negociando” con la banda
armada. De haberse seguido el camino de
los GAL o de otros grupos similares, el Estado hubiera perdido su estatus
ético-moral que le confiere el uso racional de la violencia, en la misma medida
que los etarras hubieran incrementado “sus razones” para seguir matando en su
pretendida justificación de la “lucha armada”. Intentar desarmar a pistoleros
convencidos de su causa, armando y equipando a “mercenarios” fanáticos, es
poner la semilla de futuros ejércitos terroristas autónomos. Decenas de
ejemplos nos enseña la historia. Le ocurre al mago, cuando el conejo que creó
se le escapa de la chistera, y no es capaz de controlarlo…
Por suerte, aunque la “derechona” la trae a colación cada vez que puede,
la historia del ETA es pasada. Sin embargo, a juzgar por la actitud mostrada
por los “poderes fácticos” y sus representantes políticos, PP, C´s, Vox y, a
veces, el Psoe, parece que ven en
Podemos, Independentistas y Aberchales cierta similitud con los etarras,
organizando contra aquéllos todo un sistema de vigilancia, que nos trae a la
memoria tiempos oscuros incluso anteriores a los de la “débil Transición”. No se trata sólo del uso
de unos “fondos reservados” con los que pagar a los chivatos de medio pelo, o a
“gargantas profundas” bien conectados con un número determinado y controlado de
funcionarios, sino de todo un entramado en la misma cúpula del Gobierno. Cuando
el montaje de los GAL tenía lugar, a penas se supo de sus muchos implicados, y,
aunque algunos altos responsables estuvieron en prisión, el “agente súper X”
quedó en la más absoluta oscuridad. Hoy, aún teniéndose claro las “tres patas”
sobre la que, como siempre, descansa todo este entramado criminal: política,
policial y económico-mediática, ¡no pasa náa…! Y es que sigue habiendo un “súper agente X”,
al que nadie quiere identificar, que sigue utilizando la “razón de Estado” y la
lucha contra ETA, aducidas entonces, para justificar la malversación de los
fondos reservados y tapar corrupciones y otros delitos. Hoy aquel pretexto se
repite, aunque lo que oculta ya no es la lucha armada etarra, sino el no
cuestionamiento del statu quo del que
se beneficia el establishment
político-financiero, que pone por delante la monarquía y la unidad de España.
Es explicable, pues, que la Policía
patriótica persiga a los soberanistas catalanes y a Podemos, que son las
fuerzas que desafían dicho status. No
me extraña, pues, que, teniendo materia más abundante que la que hubo en el
WATERGATE, ningún periodista honesto haya optado a la consecución del premio Pulitzer...
Lógicamente, la parte técnica del espionaje se le encarga a determinados
mandos policiales más leales, a los que, además de prebendas, se les facilita
poder aprovechar el servicio oficial de vigilancia, para, como en el caso de
Villarejo, montar su propio chiringuito con el que ganarse un dinero extra;
además acumular material informativo con el que chantajear a las más diversas
instituciones, o sobornar a periodistas y medios sin escrúpulos, que vayan
sacando titulares, verdaderos o falsos, al ritmo de sus intereses. Y así, como
escribe Jordi Barbeta en El Nacional, 4-4-19 “Tapar toda la mierda, una
cuestión de Estado”, el comisario
Villarejo, que asumió buena parte del trabajo de las cloacas, se curó en salud
y grabó las conversaciones más comprometidas para protegerse, y como está en la
cárcel, va dejando caer toda la porquería imaginable. Los negocios del jefe del
Estado (sic) y su concubina con los
árabes y el AVE a La Meca; las batallas entre banqueros y directivos del Ibex
35 con el incendio del rascacielos Windsor; el espionaje a Luis Bárcenas para
tapar la corrupción del PP; los servicios a Dolores de Cospedal dentro y fuera
del PP; la persecución de la jueza Victoria Rosell y ahora nuevos datos sobre
la campaña para destruir a Podemos…
Desde el Ministerio del Interior y grabadas por sus propios funcionarios
hemos oído las conversaciones del propio ministro, Fernández Díaz, con el Jefe
de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alonso, disponer de toda una
Fiscalía que le “afinara” cualquier prueba, para perseguir a sus adversarios
políticos en Cataluña. El propio ministro llamó a varios directores de
periódicos para que difundieran una falsa evasión de capitales por parte de
Xavier Trías, que, posiblemente, le costara la Alcaldía de Barcelona.
Hemos sabido y oído cómo un grupo de funcionarios públicos, encabezados
por un inspector-jefe de la policía, Fuentes Gago, que ya mintió en el Congreso
de los Diputados, se desplaza a EE.UU. para en el Consulado español de Nueva
York, prometer en nombre de Rajoy y su gobierno a un exministro de Venezuela
una dorada estancia familiar en España, a cambio de su testimonio sobre unos
documentos, no importa si falsificados, con tal de achacar a PODEMOS y a su
Secretario General, P. Iglesias, la financiación con dólares chavistas del
partido. En relación con Podemos también hay que destacar el robo del teléfono
móvil de una ayudante de P. Iglesias, una de cuyas copias terminó en las manos
de Alberto Pozas, por cuyo motivo ha tenido que dimitir como director de
información nacional del Presidente Sánchez.
¿Qué decir de la seguridad de la intimidad de la familia
Iglesia-Montero, cuyas cámaras de vigilancia de su vivienda han sido
pirateadas? Pues, según la vicepresidenta Calvo, los Diputados Iglesias-Montero
no debieran quejarse tanto, pues fueron ellos los que pidieron tal vigilancia,
cuya solicitud atendió el Gobierno diligentemente…
Cómo es posible que el presidente, sr. González, del segundo banco de
España, BBVA, contrate los servicios de espionaje del comisario anteriormente
citado, para controlar ciertos movimientos del Gobierno socialista de Zapatero,
respecto del accionariado de la entidad, sin que el propio accionariado privado
se inmute? Y no nos vamos a remontar al sospechoso incendio de la torre
Windsor, donde, según parece, se guardaban ciertos papeles sospechosos de
alguna fechoría de este hipócrita, que no tiene empacho en decir que todos sus
actos han estados regidos por la moral. ¡Pobre moral!
Por último, citemos el espionaje sufrido por Carles Puigdemont, y el seguimiento en su viaje a Copenhague con
balizas instaladas en su coche, cuando la Guardia civil y la Policía española
intensificaba los controles en las fronteras con el objetivo de interceptarle,
y evitar su presencia en el pleno del Parlament de 30-enero-18 que le iba a investir President de la
Generalitat. Casualidad o no, según investigaciones policiales, el fiscal de la
Audiencia Nacional Carlos Bautista Samaniego, junto a un empresario español, un
señor relacionado con el Ministerio de Justicia y tres informáticos, tenían
reserva en un hotel de Bruselas por aquellas fechas. Igualmente, la agencia de
noticias Europa press se hace eco (ver público.es de 9-4-19) de una carta de
Puigdemont al Parlament, denunciando y pidiendo protección ante la amenaza de
secuestro, que, según el mencionado escrito, un empresario, de nombre Gerad
Bellalta está ofreciendo 100.000 € de recompensa.
Es incomprensible que por encima de este perfecto entramado, con
engranaje de reloj suizo, puntualmente programado, no haya alguien con un inmenso
poder que dé las órdenes, para que los “operarios” las obedezcan al milímetro.
Y alguien tiene que saber de la existencia de ese “superpoderoso”; sobre todo,
los más cercanos a él, como Villarejo y otros “colegas” suyos. Pero, cualquier
intento de que éstos declaren lo que saben ante el Parlamento, órgano
representativo de la Soberanía popular, es rechazado por los partidos PP, C´s y
PSOE. Achacan la judicialización del tema. Pero lo cierto es que confían más en
un sistema judicial, tortuoso y lento, controlado por ellos, a la posible
avalancha repentina provocada por unas respuestas de Villarejo, harto de estar
en la cárcel “comiéndose el marrón” por todos los demás.
Lo que no tiene sentido es la respuesta de Fuenteovejuna, dado que el
“superpoder” está por encima del Rey. No hay que olvidar que fue ese
“superhombre” quien decidió la abdicación, en beneficio de la propia
institución, del Rey emérito.
Algo más de sentido tiene, aunque
cargada de una insolencia vergonzante, la respuesta del actual ministro de
Interior, magistrado Grande-Marlaska, de que la policía patriótica ya no
existe, dado que se han tomado medidas contundentes a tal fin. Digo que algo
más de sentido tiene por su cercanía a lo que realmente ocurre. Los
responsables antecesores de Rajoy se fueron de rositas; éste vive su retiro
dorado como registrador de la propiedad; el ex ministro Fernández Díaz, igual
que Cosidó siguen como diputado y senador; el que fuera secretario de seguridad
nacional, Francisco Martínez por su aforamiento sigue sin imputar; los altos
funcionarios policiales están condecorados, jubilados o cambiados de destino;
otros a la espera de una sentencia judicial para expedientarlos y expulsarlos,
etc., etc.
Si esta es la contundencia con que los gobiernos de turno van a seguir
actuando en defensa de la Democracia…, casi.., casi… es preferible la ESPAÑA
CAÑÍ….
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