sábado, 13 de abril de 2019

UN WATERGATE MUY PROPIO DE LA ESPAÑA CAÑÍ…


UN WATERGATE MUY PROPIO DE LA ESPAÑA CAÑÍ…
   “El Estado también se defiende desde las cloacas”. Algo así dijo Felipe Gonzales siendo Presidente del Gobierno, y “de aquellos polvos, estos lodos…”. Aunque parece que sobre este tema ya se ha dicho casi todo en estos días, aún faltan unas declaraciones rotundas y una persecución real por parte del Presidente Sánchez y de su Gobierno de todas las ratas que siguen pululando por los desagües y alcantarillas, sin que esos contaminantes roedores lleguen a las depuradoras públicas. Como dudo mucho de que ello se vaya a producir, que por lo que a mí respecta como demócrata,  ¡conste mi más firme protesta!

   Cabe que un Estado democrático pueda contar con los instrumentos adecuados para combatir a las fuerzas, que, en mala lid, se oponen a aquél, o que, aun aceptando la democracia, pretenden conseguir sus objetivos por cauces ilegales y espurios. Pero lo peligroso para un gobierno democrático es aceptar una declaratio belli de aquellos sujetos que no están legitimados para tan grave declaración. Fue precisamente lo que hizo el Gobierno socialista montando el GAL, para combatir a ETA. Y, aunque un gobierno democrático posee el monopolio de la violencia y toda la maquinaria para ejercerla, su inoportuna puesta en práctica sería algo así como poner a elefantes a cazar moscas. El Estado fue más eficiente en la derrota de ETA empleando el arsenal de la Ley e, inclusive, “negociando” con la banda armada.  De haberse seguido el camino de los GAL o de otros grupos similares, el Estado hubiera perdido su estatus ético-moral que le confiere el uso racional de la violencia, en la misma medida que los etarras hubieran incrementado “sus razones” para seguir matando en su pretendida justificación de la “lucha armada”. Intentar desarmar a pistoleros convencidos de su causa, armando y equipando a “mercenarios” fanáticos, es poner la semilla de futuros ejércitos terroristas autónomos. Decenas de ejemplos nos enseña la historia. Le ocurre al mago, cuando el conejo que creó se le escapa de la chistera, y no es capaz de controlarlo…
   Por suerte, aunque la “derechona” la trae a colación cada vez que puede, la historia del ETA es pasada. Sin embargo, a juzgar por la actitud mostrada por los “poderes fácticos” y sus representantes políticos, PP, C´s, Vox y, a veces, el Psoe, parece que  ven en Podemos, Independentistas y Aberchales cierta similitud con los etarras, organizando contra aquéllos todo un sistema de vigilancia, que nos trae a la memoria tiempos oscuros incluso anteriores a los de la  “débil Transición”. No se trata sólo del uso de unos “fondos reservados” con los que pagar a los chivatos de medio pelo, o a “gargantas profundas” bien conectados con un número determinado y controlado de funcionarios, sino de todo un entramado en la misma cúpula del Gobierno. Cuando el montaje de los GAL tenía lugar, a penas se supo de sus muchos implicados, y, aunque algunos altos responsables estuvieron en prisión, el “agente súper X” quedó en la más absoluta oscuridad. Hoy, aún teniéndose claro las “tres patas” sobre la que, como siempre, descansa todo este entramado criminal: política, policial y económico-mediática, ¡no pasa náa…!  Y es que sigue habiendo un “súper agente X”, al que nadie quiere identificar, que sigue utilizando la “razón de Estado” y la lucha contra ETA, aducidas entonces, para justificar la malversación de los fondos reservados y tapar corrupciones y otros delitos. Hoy aquel pretexto se repite, aunque lo que oculta ya no es la lucha armada etarra, sino el no cuestionamiento del statu quo del que se beneficia el establishment político-financiero, que pone por delante la monarquía y la unidad de España. Es explicable, pues, que la Policía patriótica persiga a los soberanistas catalanes y a Podemos, que son las fuerzas que desafían dicho status. No me extraña, pues, que, teniendo materia más abundante que la que hubo en el WATERGATE, ningún periodista honesto haya optado a la consecución del premio Pulitzer...
   Lógicamente, la parte técnica del espionaje se le encarga a determinados mandos policiales más leales, a los que, además de prebendas, se les facilita poder aprovechar el servicio oficial de vigilancia, para, como en el caso de Villarejo, montar su propio chiringuito con el que ganarse un dinero extra; además acumular material informativo con el que chantajear a las más diversas instituciones, o sobornar a periodistas y medios sin escrúpulos, que vayan sacando titulares, verdaderos o falsos, al ritmo de sus intereses. Y así, como escribe Jordi Barbeta en El Nacional, 4-4-19 “Tapar toda la mierda, una cuestión de Estado”, el comisario Villarejo, que asumió buena parte del trabajo de las cloacas, se curó en salud y grabó las conversaciones más comprometidas para protegerse, y como está en la cárcel, va dejando caer toda la porquería imaginable. Los negocios del jefe del Estado (sic) y su concubina con los árabes y el AVE a La Meca; las batallas entre banqueros y directivos del Ibex 35 con el incendio del rascacielos Windsor; el espionaje a Luis Bárcenas para tapar la corrupción del PP; los servicios a Dolores de Cospedal dentro y fuera del PP; la persecución de la jueza Victoria Rosell y ahora nuevos datos sobre la campaña para destruir a Podemos…
   Desde el Ministerio del Interior y grabadas por sus propios funcionarios hemos oído las conversaciones del propio ministro, Fernández Díaz, con el Jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alonso, disponer de toda una Fiscalía que le “afinara” cualquier prueba, para perseguir a sus adversarios políticos en Cataluña. El propio ministro llamó a varios directores de periódicos para que difundieran una falsa evasión de capitales por parte de Xavier Trías, que, posiblemente, le costara la Alcaldía de Barcelona.
   Hemos sabido y oído cómo un grupo de funcionarios públicos, encabezados por un inspector-jefe de la policía, Fuentes Gago, que ya mintió en el Congreso de los Diputados, se desplaza a EE.UU. para en el Consulado español de Nueva York, prometer en nombre de Rajoy y su gobierno a un exministro de Venezuela una dorada estancia familiar en España, a cambio de su testimonio sobre unos documentos, no importa si falsificados, con tal de achacar a PODEMOS y a su Secretario General, P. Iglesias, la financiación con dólares chavistas del partido. En relación con Podemos también hay que destacar el robo del teléfono móvil de una ayudante de P. Iglesias, una de cuyas copias terminó en las manos de Alberto Pozas, por cuyo motivo ha tenido que dimitir como director de información nacional del Presidente Sánchez.
   ¿Qué decir de la seguridad de la intimidad de la familia Iglesia-Montero, cuyas cámaras de vigilancia de su vivienda han sido pirateadas? Pues, según la vicepresidenta Calvo, los Diputados Iglesias-Montero no debieran quejarse tanto, pues fueron ellos los que pidieron tal vigilancia, cuya solicitud atendió el Gobierno diligentemente…
   Cómo es posible que el presidente, sr. González, del segundo banco de España, BBVA, contrate los servicios de espionaje del comisario anteriormente citado, para controlar ciertos movimientos del Gobierno socialista de Zapatero, respecto del accionariado de la entidad, sin que el propio accionariado privado se inmute? Y no nos vamos a remontar al sospechoso incendio de la torre Windsor, donde, según parece, se guardaban ciertos papeles sospechosos de alguna fechoría de este hipócrita, que no tiene empacho en decir que todos sus actos han estados regidos por la moral. ¡Pobre moral!
   Por último, citemos el espionaje sufrido por Carles Puigdemont,  y el seguimiento en su viaje a Copenhague con balizas instaladas en su coche, cuando la Guardia civil y la Policía española intensificaba los controles en las fronteras con el objetivo de interceptarle, y evitar su presencia en el pleno del Parlament de 30-enero-18  que le iba a investir President de la Generalitat. Casualidad o no, según investigaciones policiales, el fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista Samaniego, junto a un empresario español, un señor relacionado con el Ministerio de Justicia y tres informáticos, tenían reserva en un hotel de Bruselas por aquellas fechas. Igualmente, la agencia de noticias Europa press se hace eco (ver público.es de 9-4-19) de una carta de Puigdemont al Parlament, denunciando y pidiendo protección ante la amenaza de secuestro, que, según el mencionado escrito, un empresario, de nombre Gerad Bellalta está ofreciendo 100.000 € de recompensa.
   Es incomprensible que por encima de este perfecto entramado, con engranaje de reloj suizo, puntualmente programado, no haya alguien con un inmenso poder que dé las órdenes, para que los “operarios” las obedezcan al milímetro. Y alguien tiene que saber de la existencia de ese “superpoderoso”; sobre todo, los más cercanos a él, como Villarejo y otros “colegas” suyos. Pero, cualquier intento de que éstos declaren lo que saben ante el Parlamento, órgano representativo de la Soberanía popular, es rechazado por los partidos PP, C´s y PSOE. Achacan la judicialización del tema. Pero lo cierto es que confían más en un sistema judicial, tortuoso y lento, controlado por ellos, a la posible avalancha repentina provocada por unas respuestas de Villarejo, harto de estar en la cárcel “comiéndose el marrón” por todos los demás.
   Lo que no tiene sentido es la respuesta de Fuenteovejuna, dado que el “superpoder” está por encima del Rey. No hay que olvidar que fue ese “superhombre” quien decidió la abdicación, en beneficio de la propia institución, del Rey emérito.
    Algo más de sentido tiene, aunque cargada de una insolencia vergonzante, la respuesta del actual ministro de Interior, magistrado Grande-Marlaska, de que la policía patriótica ya no existe, dado que se han tomado medidas contundentes a tal fin. Digo que algo más de sentido tiene por su cercanía a lo que realmente ocurre. Los responsables antecesores de Rajoy se fueron de rositas; éste vive su retiro dorado como registrador de la propiedad; el ex ministro Fernández Díaz, igual que Cosidó siguen como diputado y senador; el que fuera secretario de seguridad nacional, Francisco Martínez por su aforamiento sigue sin imputar; los altos funcionarios policiales están condecorados, jubilados o cambiados de destino; otros a la espera de una sentencia judicial para expedientarlos y expulsarlos, etc., etc.
   Si esta es la contundencia con que los gobiernos de turno van a seguir actuando en defensa de la Democracia…, casi.., casi… es preferible la ESPAÑA CAÑÍ….


   Manuel Vega Marín. Madrid, 12, Abril, 2019  www.solicitoopinar.blogspot.com.es



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