viernes, 16 de marzo de 2018

CRÍTICA SOBRE LA “INFORMACIÓN” DEL LUCTUOSO SUCESO DE GABRIEL


   Desde que el pasado 27 de Febrero se conoció la noticia de la desaparición del niño de ocho años, Gabriel Cruz, apodado por sus colegas el “Pescaíto” por su afición a estos animalitos, todos los medios informativos, sobre todo las televisiones, han dedicado tiempo y espacio más que suficientes para difundir los pormenores de tan desagradable suceso. Ello nos libera de repetir lo que ya todo el mundo sabe, para centrar nuestro trabajo en comentar el comportamiento de los vecinos ante la casa-cuartel de la Guardia Civil de Almería, donde desde ayer se encuentra detenida la presunta autora (o inductora) del trágico final de Gabriel. Una multitud de ciudadanos, cual jauría humana, rodeaba la verja del cuartel de la Benemérita “aullando”, más que reclamando, cadena perpetua o pena de muerte para la detenida, y exigiendo el asalto al calabozo o la expulsión de la detenida a la calle, donde fácilmente hubiera podido ser lapidada por la multitud enrabiada. Al tratarse de una inmigrante de piel morena, no han faltado, además, todo tipo de expresiones xenófobas.

   Lo que me interesa es indagar y resaltar la causa o causas que hacen que el ser humano pueda cambiar de actitud ética tan radicalmente ante un suceso, cuyo comienzo ya es doloroso de por sí, pero que, a medida que pasa el tiempo, se prevé un final aún más amargo. ¿A qué obedece que la solidaridad mostrada por los miles de voluntarios presentes físicamente sobre el terreno y muchos más apoyándoles en espíritu para que la búsqueda culmine felizmente, pueda mutarse en irracional agresividad, como si tal comportamiento pudiera cambiar lo ya sucedido?
   Hay causas psicológicas conocidas en las que no voy a entrar. Pero sí resaltar otras externas, que pudiéramos calificar de sociológicas y políticas, e, incluso, de mercantiles y oportunistas. Todas ellas inducidas. Estas causas no sólo se dan en sucesos como el que contemplamos, con mucha carga de emotividad humanitaria, sino que están presentes en otros con menor dosis de afectividad. Que existan gentes, grupos de individuos, en definitiva, “poderes” que intentan interferir en el conjunto de las relaciones humanas, induciendo en ellas, a veces con mentiras y sin escrúpulos, sus propios intereses u objetivos, es algo ya tenido como lógico y normal. Creo, no obstante, que no debemos considerar normal la “normalidad” con que se usa la gran capacidad de influencia con que cuentan hoy los “medios”, especialmente la Televisión, para manipular y perturbar los sentimientos ciudadanos ante hechos como el sucedido al pequeño Gabriel u otros similares que, desgraciadamente, ocurren todos los días, pero unos más que otros son amplificados en función de determinados o “sospechosos” intereses… No considero nada exagerado sospechar del uso morboso e interesado de la muerte de Gabriel por grupos políticos, como el PP y su comparsa C´s, así como de los “medios” y cierta parte de la ciudadanía, en favor de su tesis de la “prisión permanente revisable”. Coincidiendo con los días de la desaparición del Pescaíto, los padres de Diana Quer, de Marta del Castillo, Mariluz Cortés, de Yérimi Vargas o Sandra Palo han estado recogiendo firmas con las que poder presionar a los grupos políticos que este jueves discutirán en el Congreso abolir tal pena, introducida en nuestro CP a raíz de terrorismo yihadista. Estos grupos políticos, utilizando las facilidades que les ofrecen los medios, especialmente,  la TV, no tienen el más mínimo escrúpulo en agitar los instintos más básicos y ancestrales de muchas personas para tomar las calles, incendiar las redes sociales exigiendo juicios sumarísimos, restablecimiento de la pena de muerte o el pudrimiento en la cárcel que supone la “cadena perpetua”. Por no hablar de las derivas xenófobas, políticas ultraderechistas o antifeministas patrocinadas por Jiménez Losantos y otros compinches de similar calaña. Hasta el propio portavoz del PP, Rafael Hernando, ha aprovechado el velatorio del cadáver de Gabriel para declarar que "intentar derogar una herramienta que puede ser útil para que asesinos que cometen estos crímenes con esta terrible trascendencia y que causan tanto dolor, sepan que no van a salir de la cárcel si la sociedad española no tiene las garantías suficiente de que esa persona está rehabilitada". Y ello a sabiendas de que tal castigo, aparte de ser anticonstitucional, según se han expresado ilustres penalistas y constitucionalistas, la experiencia demuestra que es ineficaz. Dicha actitud, además de mostrar un oportunismo político y electoralista, descubre la intención del Gobierno de tapar su ineptitud, así como de desviar la atención de la ciudadanía de los procesos judiciales, que, paralelamente, transcurren sobre los casos de corrupción del partido, PP, que lo sustenta.
   Puede ser “comprensible” que la gente muestre su dolor solidario a los familiares de las víctimas con cierta rabia. Pero, como dice J. Gallego (de Carne cruda), es mezquino utilizarlas (la rabia de la gente y el dolor de la familia) con fines electoralistas como hace por enésima vez el PP, promoviendo mantener una pena que no puede evitar estas horribles muertes y que nos devuelve a los oscuros tiempos de la ley del Talión (eldiario.es, 13-3-18). En estos días las cadenas de TV, unas más que otras, han recubierto de morbo y convertido en un “eco de sociedad” más este luctuoso suceso. Mañana lo harán con otro… vaya usted a saber…
   Crímenes tan horrendos y salvajes como el del pequeño almeriense, más que hacernos retroceder a nuestro bestialismo ancestral, debieran extraer de nuestra humanidad, como así se ha demostrado también en estos días, lo mejor que nos ha dado la racionalidad y la cultura. Y la compasión solidaria con la familia de la víctima, debiera demostrarse, más que con presencias protocolarias o abrazos hipócritas ante las cámaras, interiorizando cada cual y propagando los sentimientos de Patricia Ramírez, más afectada como madre, manifestados por ella, y que resumo textualmente en dos párrafos siguientes: se ha generado un movimiento muy bonito gracias a mi hijo. Me gustaría que continuara. Están apareciendo muchos mensajes pidiendo muerte o maldad. Entiendo que estas personas tienen la misma rabie dentro que yo, pero que lo usen para pedir bondad en el mundo… Que nadie hable de esta mujer más, que no aparezca en ningún sitio y que nadie retuitee cosas de rabia, porque ese no era mi hijo y esa no soy yo. Que paguen lo que tengan que pagar, pero que lo que quede de este caso sea la fe y las buenas acciones que han salido por todos lados y han sacado lo más bonito de la gente. No puede quedar todo en la cara de esta mujer y en palabras de rabia… Ante estos pensamientos, sólo “chapó”, no más comentario. Sí hacer mención de la entrevista de los padres, Patricia y Ángel, en el programa Desaparecidos de TVE, dirigido por Silvia Intxaurrondo y P. Lobatón. Después de agradecer la cobertura informativa, y del “magnífico” trabajo de la G.Civil,  no obstante, aseguraba Patricia lo muy difícil que era y sigue siendo levantarse y escuchar cosas que sabes que no son verdad, y que las están escribiendo y que son duras. Es también Patricia quien afirma que en determinados momentos y contextos, la ética y los principios deben estar por encima de los intereses y de vender, en este caso, contar… (Estas menciones están recogidas de sendos arts. de eldiario.es de 15-3-18).
   Bien está que la ciudadanía esté puntual y verazmente informada de los sucesos más destacados que puedan influir en las relaciones sociales. Lo que ya no es tan puntual por su dilatada presencia en los espacios informativos, ni tan veraz por el “cotilleo” en algunas “tertulias” radio-televisivas, es que determinados sucesos, que debieran ser investigados, tratados o discutidos por determinadas instituciones y profesionales con la debida prudencia y discreción, sin merma el derecho de tal derecho, sean tratados por las cadenas de televisión con la desmesura repetitiva de los mejores momentos tragi-cómicos de una serie exitosa. Es el propio teniente coronel de la UCO, Hernández Mosquera, quien ha afirmado que algunos medios de comunicación han llegado a entorpecer su labor investigadora.   Si las empresas mediáticas se lo proponen, del más nimio acontecimiento social o político pueden hacer todo un magno espectáculo, ocultando bajo sus bambalinas los más oscuros intereses políticos o comerciales. Basta aprovechar las ganas de ocio, la incultura de la gente, o, en casos como este, para,  a través de los terminales propagandísticos en que se convierten los televisores que presiden los salones y cocinas de los hogares más recónditos del país, dirigir la emotividad del ciudadano medio, y que éste “consuma” el más luctuoso acontecimiento, como cualquier producto de “mercadona”…
   Hay que pensar también, si se quiere, malpensar, que todo ese “montaje” televisivo o de otros medios conlleva un importante gasto financiero que debe ser rentabilizado de diferentes maneras; desde el “dividendo” a la propia empresa en forma de objetivo cumplido o aumento de la audiencia, hasta el reparto entre los trabajadores de la comunicación, en forma de méritos profesionales y primas monetarias. Tampoco hay que descartar, no se escandalicen, que ciertos familiares de víctimas, dado que hay botín a repartir, no tengan el menor escrúpulo en aprovecharse del mismo. Mi falta de pruebas me impide hacer conjeturas… Llegado a este punto, prefiero concienciar al lector del avance que supondría para nuestra convivencia social, de cuánto maduraría nuestra democracia, y cuánto, en definitiva, seríamos mejores, si esos ingentes y frecuentes presupuestos, públicos o privados, se invirtieran en fomentar todas nuestras capacidades, individuales o colectivas, en todos los ámbitos culturales y humanos en general. Imagínese el lector, sin salir del medio televisivo, cuánto aprenderíamos los ciudadanos, singularmente los que más usan este medio por no disponer de otros, si los tiempos dedicados por las empresas televisivas a los habituales debates y tertulias de “pacotilla”, fueran ocupados en ofrecer auténticos y desinteresados debates sobre los diferentes temas que surgen cada día, y que éstos fueran analizados y expuestos por verdaderos expertos, en vez de ser tratados oportunista y distorcionadamente por algunos seudoperiodistas, que sólo representan la “voz de su amo”, sin la menor preparación intelectual y profesional.
   Lo que me ha motivado a poner en papel y compartir estas reflexiones ha sido la indignación que me produce el desparpajo, la prepotencia y la naturalidad con que intentan nuestros actuales gobernantes disimular u ocultar su grosera corrupción y su ineficaz, por no decir nula, gestión política. Primero echaron las culpas a una seudocrisis, provocada, en todo caso, por el sistema económico que ellos mismos apoyan y mantienen. Luego no tuvieron el más mínimo inconveniente, como si de algo sin importancia se tratara, de escurrirse el bulto, endosándole a la justicia su responsabilidad en solucionar el sempiterno asunto de Catalunya, y que fuesen los fiscales y jueces los que lo hicieran en la manera autoritaria que observamos en cada “auto”. Por cierto, en este asunto político también se valieron de estos mismos medios, para fomentar y jalear el ¡a por ellos, oe;… a por ellos…! Han recortado, incumpliendo la Constitución que tanto defienden, derechos socioeconómicos, políticos y civiles, recuperados o conquistados en la dictadura, para, con sus reformas y decretos-leyes, retrotraernos a tiempos oscuros del autoritarismo, etc.,… etc.,…etc… Y todo ello de la manera aparentemente más sencilla: ha bastado con poner en marcha toda la maquinaria disponible, especialmente las cadenas de televisión, empezando por la pública y continuando por las privadas (debemos denunciar las cadenas TV-3 y TV-5), la radio y la prensa escrita (ABC y La Razón), que, raudos, se han prestado a servirles de lacayos portavoces. En reciprocidad, el Gobierno con apoyo de Psoe y C´s se  presta a ser el instrumento que ponga en práctica las medidas socioeconómicas que más favorecen los intereses de los poderes bancarios y financieros, amos o accionistas de los tres grupos –Atresmedia, Mediaset y Prisa- más importantes del mundo de la información y de la comunicación. Y, como en los negocios no rige la  moral, y el actual Gobierno, mientras cuente con los apoyos mencionados, no da señales de cambio, seguiremos soportando, no sólo la actual situación que venimos denunciando, sino también las quejas hipócritas de los mismos grupos empresariales o políticos que patrocinan y fomentan este tipo de conductas. Lo aberrante es que los que se están “ forrando” con este tipo de políticas lo sigan haciendo, compensando la permisividad del Gobierno, con crear en la ciudadanía, utilizando sus poderosos medios, la sensación de normalidad en todo lo que acaece; que las políticas que se practican son las adecuadas (como Dios manda); que vivimos en el mejor de los mundos posibles, y que intentar recuperar, ya que no mejorar, las “posibilidades por encima de las cuales vivíamos”, es dejarse atrapar en las redes de los demagogos que intentan llevarnos al utópico país de las maravillas.
   Pero lo esperanzador es que la ciudadanía está reaccionando cada vez más convencida, contra ese “señuelo engañoso” utilizado por los grupos económicos y financieros y las falsas e ineficaces políticas de los partidos que les apoyan. Llevamos días en que en las calles resuenan las protestas reclamando derechos como pensiones justas, que trascienden cualquier ideología o estrategia partidista. Pues cobrar una pensión digna a la jubilación, viudedad, etc., afecta por igual a hombres y mujeres en esa situación hoy, que a jóvenes y jóvenas de mañana.
   Más importante aún por motivos que no vamos a desgranar aquí, ha sido la “Movida Feminista” y su “huelga” del 8-M. Sus derechos fundamentales, como persona y ciudadana, en nada deben diferenciarse de los de los hombres por el hecho biológico o sexual de ser mujer. Este ha sido, a mi modesto parecer, el “meollo” de la gran protesta protagonizada por millones de mujeres en muchas naciones de Europa y del Mundo. La “transversalidad” que ello comporta también supera cualquier estrategia partidista; por lo que ha resultado de lo más ridículo el gesto de PP y C´s de colgarse el lacito morado a última hora, después de haber despotricado tanto….  Sirvan estos últimos párrafos de adhesión y homenaje a estas movilizaciones, al mismo tiempo que para instar a reconocer que sólo con el inconformismo intelectual y el activismo social los ciudadanos podremos retener los derechos obtenidos, e ir conquistando otros. No olvidemos que la Democracia real es un “horizonte” a conquistar. Es, además, la única manera pacífica de que dispone la mayoría, para, si no acabar, sí tener a raya, las conductas que venimos criticando. Y de impedir que los poderes “ocultos” puedan beneficiarse de los resquicios de libertad proporcionados  por la democracia, ni utilizar en su exclusivo provecho los avances tecnológicos, ni que ciertos ciudadanos agrupados en partidos políticos desacrediten la dignidad de la Política, corrompiéndose y corrompiéndola una vez llegan a “tocar poder”.
    Volviendo al tema  que venimos criticando, denunciamos enérgicamente los últimos actos en los que se ha desarrollado y representado este bochornante oportunismo “politiquero”. No fue suficiente el escenario de la catedral de Almería, donde con el mayor boato se han llevado a cabo las exequias religiosas del Pescaíto, con la presencia de la Vicepresidenta, el Ministro de Interior y otros representantes políticos, dejando casi en un segundo plano a sus progenitores. Ha sido necesario también convertir el Congreso de los Diputados, sede de la Soberanía Nacional, en una como plaza de toros, en  cuyos palcos y tribunas destacaba la  presencia de familiares de víctimas, convertidos estos días en “peñas taurinas” por su activismo en pro de la no derogación de la “prisión permanente revisable”. Como torero que les brinda la muerte de su “morlaco”, el diputado del PP, sr. Bermúdez de Castro, ha instado al tendido a mirar y aplaudir, de pie, en reconocimiento de su inestimable apoyo a la “fiesta”. Ante semejante ovación y aprovechando el terreno que pisaban y el ambiente a su favor, sus palabras de agradecimiento se han tornados “dardos incendiarios” lanzados a la otra parte del tendido no de acuerdo con la “faena”. En definitiva, el “respetable” no muy entendido habrá tomado dichas declaraciones como si provinieran de la más solvente cátedra taurina. En fin, todo muy propio de la España cañí.
 Por si todo hubiera sido poco, el Presidente del Gobierno, que debiera serlo de todos los españoles, en un gesto de vergonzante parcialidad, ha recibido y apoyado a estos “portavoces de la irracionalidad”, poniéndose él en el máximo de los ridículos, al mismo tiempo que despreciaba a los auténticos representantes de los ciudadanos que no opinan como su partido en un tema tan delicado para todos los españoles. Ya sólo falta, para rematar la faena, que en las próximas elecciones algunos de esos familiares de víctimas encabezaran o rellenaran algunas de las listas del Partido Popular o Ciudadanos. No sería la primera vez…  
   Y aquí lo dejo…


   Manuel Vega Marín. Madrid, 16, Marzo, 2018  www.solicitoopinar.blogspot.com.es

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