En los párrafos que siguen
prescindiré de datos estadísticos, que, como datos, hay que presumirles cierta
objetividad, aunque cada cual los interpretará según sus intereses. No
obstante, no dejaré de sugerir al lector el análisis estadístico de Daniel Ríos1.
1ª.- Confirman que el deseo de “soberanismo”, que no independentismo,
del pueblo catalán sigue firme a pesar del satanismo que sobre ese deseo
legítimo atribuye, y del que el mal llamado bloque “constitucionalista”
pretende exorcirtar como si de un “poseso” se tratara. Y lo más importante: el
gran porcentaje histórico en unos comicios autonómicos anula la sempiterna
coartada de la abstención de la “mayoría silenciosa”. Los catalanes han votado,
sea cual haya sido la opción elegida, con más conocimiento de las mismas, y a
pesar de todos los obstáculos que desde los aparatos judiciales, económicos y
mediáticos, el Gobierno central ha implementado. Ha quedado, pues, muy claro
que ni el independentismo ni el españolitismo unionista representan al conjunto
de los catalanes, y que el problema del encaje de la Generalitat en el Estado
sigue sin resolverse. Y ni los catalanes ni el resto de los españoles pueden
estar permanentemente en ese litigio, sin que el propio sistema democrático se
resienta al ser incapaz de afrontar los problemas reales que aquejan a los
ciudadanos, tales como la corrupción endémica, el paro, la precariedad del
trabajo, etc., etc., todo ello fruto de una falta de un proyecto de País…
Tampoco es justificable el viejo recurso a la diferencia entre el
porcentaje de escaños y votos populares. La ley electoral ha sido la misma
regla de juego para todos los contendientes. Los perdedores
“constitucionalistas” olvidan que la Constitución, tanto en su artº 68 (sistema
electoral), como en el 69 (elección de Presidente), propugnan un sistema
proporcional y la elección por los Parlamentos, no la lista más votada,
respectivamente. Es curioso que siempre se acuerden de reformar sendos
artículos y la Ley Orgánica que los desarrolla aminorando la proporcionalidad
(un ciudadano, un voto), pero que nunca lo hacen, pues, en base a ellos, han
venido ganando elección tras elección. Estoy seguro de que, mientras eso sea
así, no ya que reformen la Constitución, que para hacer más proporcional el
sistema, no hace falta, sino que ni siquiera reformarán la Ley Orgánica. La
misma aplicación del artº 155 se ha llevado a cabo discrecionalmente por parte
del Gobierno, sin una Ley Orgánica o jurisprudencia que lo desarrolle. El PP,
apoyado por C´s y Psoe, han pretendido dar legitimación constitucional,
valiéndose de una mayoría en un Senado, que sigue sin ser Cámara territorial, y
que, gracias a esa ley injusta, con apenas un 30 % de votos populares, sólo el
PP ocupa el doble porcentaje en escaños. Como dice Rosa Mª Artal en su
brillante análisis2, Si al PP
y a sus socios les interesa de verdad solucionar el tema de Catalunya,
comiencen por arriar los tambores de guerra y aparcar por una vez sus propios
intereses… Los caminos están claros. Déjense de judicializar hasta el aire que
respiramos. Deshagan los entuertos que han formado, obren de una vez con
inteligencia. Saquen de la cárcel a los políticos que hacen política… Abran
vías de solución constitucionales que bien lo hacen cuando aprietan otros
intereses. Aprenda la prensa, al borde de un ataque de nervios, que, de momento
y al menos nominalmente, esto es una democracia y cada uno vota, piensa y
siente lo que quiere.
2ª.- Junto a la satanización del soberanismo, el bloque “unionista”
viene pretendiendo así mismo “endemoniar” la idea de República o
republicanismo. Ni siquiera el Psoe se acuerda del “portazo” que Peces Barbas y
Alfonso Guerra dieron en la comisión que elaboraba la actual Constitución,
cuando se planteó el tema Monarquía-República. Se nos impuso la Monarquía a
pesar de la “espantá” retórica de los constituyentes socialistas. Ni las
famosas espantá de Rafael “El Gallo” fueron tan inútiles. Y es que ese
trascendental dilema no es de izquierdas o derechas. Es un problema de lógica
racional y de una democracia moderna, y no un problema de oportunismo político
del que se han venido aprovechando desde el “borbonismo” hasta ciertas derechas
caciquiles y franquistas. Con la actuación de estos últimos grupos de poder,
lejos de querer “normalizar” el Golpe fascista de 1936, está adquiriendo, por
el contrario, mayor aceptación la institución republicana, violentamente
tumbada por los gritos de ¡oé, oé, a por ellos! de entonces.
3ª.- Por último, me siento moralmente obligado a felicitar animosamente
al grupo de En Comú Podem, de Xavi Domènech y Ada Colau, por su coherencia y
honestidad demostrada antes y durante la campaña electoral. Ellos sabían que en
una contienda polarizada en dos grupos antagonistas
–independentistas-unionistas-, los votantes preferirían acabar de una vez por
todas, si ello es posible, con esa sempiterna diatriba, dejando para otra
ocasión optar por los temas sociales y laborales, que articulaban el programa
de “los Comunes”. En PODEMOS se es consciente de que su propuesta de un
“referéndum pactado, vinculante y con garantías”, más temprano que tarde, se
impondrá como solución al “derecho a decidir”. Y, aunque han venido siendo
objeto de todo tipo de críticas mentirosas por parte de los “medios” afectos a
los poderes políticos y económicos, ellos y sus votantes han seguido firmes en
sus principios. En cuanto a los problemas que realmente afectan a las clases
medias y populares, también están convencidos de que el color rojo, hoy
desteñido en color naranja, volverá a ser rojo y republicano. Sólo bastará con
que las aguas del “río revuelto” vuelvan a su cauce natural. Manque le pese a
la burguesía catalana, hoy oportunistamente independentista, y a un Psoe, ávido
de recomponerse electoralmente, los intereses de las clases obreras nada tienen
que ver con los de los que especulan corruptamente con la riqueza de todos. El
Psoe se tendrá que “poner las pilas”, si no quiere verse disuelto como un
azucarillo, pues “el fantasma” ultraliberal que recorre Europa y España no es
portador de un mandato eterno; y en cuanto amplios sectores de la ciudadanía
media y joven abran los ojos a las repetidas mentiras de Rajoy y del Rey, de
que España va bien, el escenario cambiará, saliendo a la luz el ingente arsenal
de mentiras y corruptelas, que, a una y otra orilla del Ebro, el bipartidismo
español y el nacionalismo catalán han intentado tapar con el ya más que
dilatado Procès…
¡Ah!, además, en el fondo, también me alegro de que, dado el resultado
de la mayoría absoluta independentista, En Comú Podem se vea liberado de tener
que elegir entre los bloques para la investidura del President. Aunque la
opción la tenían clara, tanto ésta, como cualquier otra, no se hubieran librado
de las más mendaces críticas. Así sus energías en el Parlament se concentrarán
en hacer una oposición social y realista, y fomentar el municipalismo en las
zonas menos urbanas. Las “municipales” están a la vuelta de la esquina…
Manuel Vega Marín.
Madrid, 25, Diciembre, 2017 www.solicitoopinar.blogspot.com.es
Muy buenos comentarios y sobre todo muy de acuerdo con la postura de Podemos y sus aliados. No importa por el momento que no haya conseguido mas votos, es normal cuando las posturas están tan radicalizadas y fomentadas por los medios de comunicación. Hay que mantenerse firma en el Camino del Medio dinámico, Sabio y síntesis de los opuestos. Hay que remarcar que Ciudadanos es una estafa de partido manejado por una cúpula mentirosa aunque con palabras muy para la "galería" al tiempo....
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