Se puede pensar, yo al
menos, que el “comunicado” de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) contra
PODEMOS, es un ataque más, esta vez precocinado y preparado de antemano. Y lo considero
así por varias razones: una, por lo inesperado del mismo sin que hubiera algún
hecho previo que lo justificara; dos, tal comunicado es una acusación en toda
regla sin que los ofendidos o acosados den la cara, y presenten las pruebas
exigibles por cualquier Juzgado; tres, porque la APM no es un Tribunal de
Amparo, ni un Sindicato o Colegio Profesional de colegiación obligatoria, que
tuvieran que salir en defensa de sus afiliados. Más bien es un lobby de presión manipulado por las grandes empresas
de la información, como si fuera poca la distorsión informativa e ideológica,
que pretenden imponer desde los consejos de administración de las mismas. Y
cuarta, la rapidez con que el resto de partidos han acudido al “toque de
arrebato” lanzado desde esta entidad privada.
Pero hay una quinta razón que es la que da origen al título de este
trabajo. Igual de raudos que los partidos, han sido los grandes medios
utilizando sus portadas para transmitir y amplificar el mensaje de sus
mandatarios. Ya resulta suficientemente sospechoso que, tanto las declaraciones
de los portavoces políticos, como los titulares de los medios, coincidan en el
eslogan que subyace en todos ellos: PODEMOS
ataca la libertad de expresión y prensa. ¡Y nada más lejos de la verdad! Es
como un torpedo en la línea de flotación al partido más democrático y
transparente en este mar revuelto y pestilente de la democracia española. Sólo
por ello merecerían que los torpederos no se fuesen de rositas.
¿Dónde está, sin embargo, esa legión de “becarios” del periodismo que
ejercen su profesión en condiciones laborales indignas y bajo la directriz
amenazante del jefe de redacción? ¿Dónde las quejas o explicaciones, salvando
eldiario.es, de esa nueva prensa digital e independiente, como Público o Infolibre,
cuyos directivos se han visto saboteados por el grupo Prisa, o sus periodistas, ninguneados en tertulias televisivas? ¿Ha
salido la APM en defensa de esos profesionales o en pro de una veraz libertad
de expresión?
Pero me voy a centrar en la actitud y en las declaraciones que, con
similar premura, ha hecho el “gurú” Iñaki GABILONDO. Todo un profesional que,
como el mismo reconoce, por su trayectoria está liberado de la presión del jefe
o de las injustas condiciones laborales de sus colegas más jóvenes; pero que,
sin embargo, no ha dudado en acudir presto al arrebato. No estoy seguro de si
ha caído en la trampa o se ha dejado “entrampar” inocentemente, que es una
forma omisa de agradecer a Prisa y a
su amigo Cebrián los éxitos conseguidos en su carrera profesional. Pero no voy
a hacer un juicio de intenciones. Sólo me ceñiré a los términos de sus
declaraciones, que, de entrada, considero faltas de honestidad y de coherencia
intelectual.
-Pretender analizar el hecho del comunicado de la APM en relación a un
“supuesto” acoso y presión de un también supuesto grupo de periodistas por el equipo directivo de Podemos,
comenzando por ignorar los hechos, no dice muy bien de un informador, cuya
primera obligación es contrastar la veracidad de los hechos. Yo ignoro, dice textualmente, los hechos; no sé, por tanto, si hay razón
suficiente para un documento público de esa naturaleza. Razón demás para
contrastar el proceso de su elaboración, que la sra. Victoria Prego y sus
adláteres llevaron a cabo con, al menos, nocturnidad. Sólo por esta
circunstancia lo más honesto hubiera sido callarse.
-Pero como tiene que obedecer el “mandato”, y como sin venir a cuento,
se lanza a perorar sobre el desenfoque (de
Podemos) en relación con este tema (el
de amedrentar a los periodistas). Pero, ¿tiene constancia de quiénes son estos?
-PODEMOS, dice, se siente víctima
del ataque de los medios de comunicación. ¡Falso; no es un victimismo
sentimental y subjetivo! Porque lo cierto es que tanto el Partido Morado, como
sus dirigentes, han sido objeto de
varias denuncias y querellas, interpuestas por ciertos voceros periodistas,
cuyos sucesivos archivos por jueces y fiscales, demuestran la mala fe de los
querellantes. ¿Acaso son estos los que se quejan de que los ciudadanos les tachen
de “periodistas basuras”? ¡Lo menos decente que hubieran debido hacer estos
seudoperiodistas es rectificar! Pero no; han seguido con el traca-traca…
-Y sigue diciendo nuestro Iñaki:
en relación con la prensa hay dos hechos elementales que Podemos parece no
saber, y un tercer hecho muy relevante que parece no querer saber. Respecto
de los dos primeros afirma: un partido
político que sale a la palestra diciendo públicamente que quiere actuar contra
el sistema, debe esperar que el sistema se defienda.Tal argumento parece
lógico, pero su falsa premisa le hace falaz. Pues no es cierto, nuca le he oído
a ningún dirigente de PODEMOS decir que quiera actuar contra el sistema como
tal. Cosa bien distinta es luchar contra las “corruptelas” y los “viejos vicios”
que le afectan gravemente. Cuando, a continuación dice que la inmensa mayoría formamos parte del sistema, y por tanto, Podemos
debe dar por supuesto que las líneas editoriales no le van a ser favorables,
está diciendo verdad, pero no toda la verdad. A no ser que el sr. Gabilondo
esté aceptando que en la defensa de esos editoriales vale todo, ¡incluso la
mentira y el exabrupto! Y, si Iñaki piensa que eso debe ser así, ¿por qué niega
a PODEMOS lo que tan generosamente concede a sus amigos editorialistas? ¿Es que
existe algún españolito de bien que se pueda escandalizar a estas alturas de la
película de que al periodismo de E. Inda se le tache de “basura?
-Por otra parte, y es la tercera razón, Gabilondo achaca a PODEMOS no querer reconocer que también forma parte
del sistema y juega en esta liga. O sea,
que hacerse eco de la indignación del 15-M, formando un instrumento
político, estar presente en el Congreso y en el Senado como tercera fuerza
política y en otras Instituciones públicas, ¿es, según esta novísima teoría de
Iñaki, no querer reconocerse parte del
sistema? Sr. Gabilondo, más seriedad y rigor en sus razonamientos, que en
este país, gracias, en parte, a PODEMOS, los españolitos van despertando del
largo letargo “bipartidista”.
Pues claro que PODEMOS acepta las reglas del sistema. Lo que no acepta, ni debe aceptar es
participar en el juego con las cartas marcadas. No es para eso para lo que ha
advenido a la política, ni, mucho menos, para repartirse las ganancias del
casino, como hacen muchos de los “viejos políticos”, que han hecho de esta
noble actividad una profesión de crupier.
¿Es así, sr. Gabilondo, como usted acepta el sistema?
Conformarse resignadamente, por miedo a perder el empleo, reconociendo
sólo esa actitud conservadora y de supervivencia
del ser humano, es desconocer por quién, precisamente, no está en tales
circunstancias, otras cualidades del ser humano, como la lucha por la justicia y la igualdad solidaria. Si los luchadores y
líderes abnegados no hubieran puesto en juego esas virtudes humanas, mirando
sólo por sus intereses egoístas, la Humanidad todavía no habría salido de la
esclavitud.
-El reconocimiento que Iñaki hace de la capacidad intelectual de Pablo
Iglesias y de la gente que le rodea, sólo es un brindis al sol, una especie de
peloteo “pacato”, para justificar imputarles inmadurez, frente a la ferocidad de la política democrática que es
durísima, que siempre lo ha sido. ¡Durísima
fue la dictadura, sr. Gabilondo! Sobre todo, para aquellos que lucharon por
un futuro democrático, que, si sigue siendo duro o durísimo, es por culpa de
los arribistas y aprovechados de la democracia. Si este sistema tiene que ser
como usted dice, ¡que paren este tren,
que yo me apeo! No deja de ser un gesto de cinismo con el que exigir a los
nuevos líderes que se conformen con lo
que hay. Algo parecido dijo a sus ministros el “caudillo del cinismo”: no se metan en política… Desde luego es
mucho más cómodo dejar que manden los que pagan, o utilizar la política para
“aprovechamiento del convento”, ¡y que se jodan los ciudadanos!
Iñaki, si tienes ocasión de leer este artículo, por favor, aclárame una
cosa: si tu conclusión es que la posición de PODEMOS respecto del periodismo
es, como dices, sencillamente equivocada,
¿quieres decir que la posición acertada es la de la APM y sus secuaces, que,
mira por dónde, han salido a la palestra cuando en el Parlamento madrileño, los
grupos de PP, C´s y PODEMOS han cortado la subvención de casi nueve millones de
dinero público, para sufragar sanidad privada de sus afiliados y familiares?
¿Por qué, entonces, sólo atacar a PODEMOS?.
Y, para terminar, la siguiente enseñanza positiva de todo este affaire: volverá, como ya ocurrió otra vez precisamente también con Iglesias, a
abrirse un debate sobre la auténtica libertad de expresión, esta vez más serio,
del que espero y deseo salga a flote toda la mierda que hay en las grandes
empresas de comunicación, y que las cloacas del Estado sirvan, al menos, para
su desagüe definitivo.
Chapó por el artículo
ResponderEliminar