El partido socialista cada vez me interesa menos. Si no da con su rumbo
rápidamente, se estrellará como sus partidos europeos hermanos. Si vuelvo a
abusar del tiempo de mis lectores, es porque, después de lo visto y oído en
estos últimos días, no quiero que me cuente entre sus ingenuos y crédulos
seguidores. Sinceramente creo que a los únicos que interesa su política es a
los que viven de sus prebendas y poltronas. Realmente, junto a los dirigentes
del PP y de C´s, a estos políticos no les interesa que la sociedad cambie. Todo
se queda en meros discursos desmentidos por sus pactos fraguados en la penumbra
de los despachos.
Me costará un esfuerzo ensamblar las perogrulladas y contradicciones
dichas o practicadas estos días por algunos dirigentes del Psoe. Pero no me
quedaría tranquilo intelectualmente si no lo intentara. Empecemos, pues, por lo
primero y más importante. Hay que ser muy pánfilo para no ver el “paripé” que
sus diputados han representado en el Congreso, pactando con el Gobierno del
Partido Popular. Después de huir de unas terceras elecciones para intentar
recuperarse ejerciendo una dura oposición a su teórico adversario, una vez que,
por “responsabilidad de Estado”, apoyaron la investidura de Rajoy, se entregan
a éste pactando el “techo de gasto”, que, digan lo que digan, no es más que el
preanuncio de que también le apoyarán en la Ley de Presupuestos Generales. Y
todo a cambio de ridículas “migajas” con las que ganar tiempo para una
recuperación, que, por ese camino no van a obtener. Con el acuerdo de una
subida de impuestos y de una escasa subida del salario mínimo interprofesional,
el Gobierno les ha obligado a “meterse un gol en propia puerta”. Es de risa,
que cuando se está tramitando una más decorosa subida de ese salario, propuesta
por PODEMOS y apoyada por el propio Psoe, este partido que aún lleva en sus
siglas la “s” de socialista y la “o” de obrero, jugando a perder, libere a un
Gobierno de “la patronal” de tener que esforzarse para tumbar lo que el grupo
de Pablo Iglesias ya había conseguido. ¡Y todo con el fin de “tirarse el pego”
de una victoria que no puede ser más pírrica! ¿De verdad se creen estos
dirigentes casquivanos que los trabajadores se van a tragar semejante sapo?
¿Piensan, además, que la subida del IVA al alcohol y al tabaco, de los pocos
disfrutes que gozan las clases populares, guarda proporción con el incremento
en el impuesto de sociedades a las grandes empresas? ¡A otro perro con ese
hueso!...
Claro que, cuando uno lee (Infolibre.es, 4-XII-16) las declaraciones de
la diputada Margarita Robles, que las negociaciones entre Gobierno y Psoe para
aprobar el techo de gasto y la subida del salario mínimo se han llevado en absoluto secretismo, y marginando
totalmente a su grupo parlamentario; de que existe oscurantismo, y de que se
están enterando por la prensa de tales decisiones, tiene toda la razón la
diputada al decir que me sorprende el
secretismo con el que se están llevando estas cuestiones, porque, al final,
quienes tienen que votar son los diputados… Existe la impresión de que tienen
que dedicarse simplemente a aceptar las decisiones que se toman sin saber quién
las toma. Pero ella sí lo sabe, sólo que no lo dice explícitamente, por
temor al castigo, después de haberse librado de ser sustituida en la portavocía
de la Comisión de Justicia.
Margarita sabe muy bien que la actual Gestora del Psoe, presidida por el
asturiano Javier Fernández, se está saltando a la torera las funciones que
tiene asignada estatutariamente. Y no son, precisamente, “pedrosanchistas”,
sino compañeros que formaron parte de la gestora creada con motivo de la
dimisión de Almunia de la Secretaria General. Éstos aluden al artº. 70,2 de la
Normativa Reguladora de la Estructura y Funcionamiento General del Partido.
Ellos denuncian que ya, desde el minuto 1
en que fue constituida se saltó los estatutos y el reglamento interno del
partido. Según estos denunciantes, y en base al citado artículo, la gestora tuvo que haber sido votada por la
totalidad del Comité Federal, y no por los cuatro que quedaron en Ferraz la
noche del 1 de Octubre.
Pero esto ya es agua pasada, aunque tengo entendido que el tema está sub iudice. Lo actual es que recuerden
que la gestora no es una Ejecutiva federal, y remarcan que es el Comité Federal
quien decide las funciones a desempeñar por aquélla. Cosa que tampoco se hizo
el 1 de Octubre. En su lugar, se filtró un documento en que, de manera ilegal,
atribuye a la gestora las competencias de la Comisión Federal de los Estatutos
y a normativa interna que los desarrolla. Este es el documento del que se sirve
Javier Fernández, para tomar decisiones propias de una Ejecutiva Federal; tales
como los ceses de portavoces de
comisiones parlamentarias en el Congreso, o el nombramiento de Vicente Álvarez
Areces como portavoz del Psoe en el Senado.
El único mandato real que tiene la gestora, y que está incumpliendo, es
la convocatoria de un Congreso o una Asamblea para elegir nuevo Secretario
General (artº. 70,3). Y consideran que no es de recibo posponer sine die esa convocatoria, argumentando
falazmente la gran división existente en el partido, dado que era mucho más la
que había hace dieciséis años entre felipistas, borrelistas o afines a Bono. Es
a esas “rencillas” lo que hipócritamente llaman la democracia interna de un
partido abierto y transparente…
Javier Fernández, acompañado de Alfonso Guerra y Álvarez Areces, en un
acto conmemorativo del 125 aniversario de la creación de la Agrupación
Socialista de Gijón, se han dicho “lindezas” como las que resumo a continuación.
Este ingeniero de minas, Presidente de Asturias, que apenas levanta la voz y la
mirada del mostrador, cual apocado parroquiano de taberna, a juzgar por la
frecuencia con la que repite, debe padecer insomnio con los “viejos fantasmas”
de “populismos nuevos”, y, que, sin molestarse en informarse de su significado,
les echa en cara haber roto el contrato social, en una profunda crisis en la
que los Estados se han visto desafiados por poderes económicos sin ningún control. ¡Como si el Psoe en
España u otros partidos socialdemócratas de Europa no hayan tenido ninguna
responsabilidad en la mal llamada crisis!...
En su torpe discurso hace una somera y subjetiva historia del partido en
Gijón y en España, que, gracias a la forma que el Psoe tuvo de ver el mundo y
entender la vida, logró sobrevivir el desierto de los cuarenta años de
dictadura. En ese halagador panegírico ha recordado los méritos con que el Psoe
ha contribuido a que España pasara de ser un país cerrado, pobre y dictatorial, a uno abierto, cosmopolita y democrático.
Como no podía ser menos, alaba la Transición, echando la culpa a la crisis de
la sensación de pesimismo que sufren los españoles. Pero, contradiciendo las
bondades de esa Transición, en la que el Psoe tuvo un papel predominante,
afirma que España es el país más desigual, junto con Grecia, de la OCDE (menos
mal que Venezuela no pertenece a tal Organismo), lamentando, como si su partido
no tuviera parte de culpa, que se carezca
de una conciencia colectiva y de una ética…, de condena del fraude, la evasión
o la economía sumergida, y se vea, además, debilitado por la falta de
acuerdo en torno al problema territorial. Debo insistir aquí que, por mucho que
quieran disimular, ha sido el Psoe quien ha facilitado la continuidad de los
corruptos en el Gobierno de España, y que, a pesar de su kakareado federalismo,
han hecho causa común con el PP respecto del problema de Cataluña. Tiene la
desfachatez, como si su partido no fuese parte del problema, de afirmar que el Psoe resulta indispensable para buscar
nuevas respuestas frente a las que dan los nuevos populismos, y ¡cómo no!
haciendo implícita mención de la antigüedad del partido fundado por el viejo
Pablo Iglesias. ¡Como si la antigüedad, como en el ejército, fuera un pase para
la eternidad!...
Con todo ese discurso huero, más propio de “juegos florales”, intenta
transmitir desde su ilegal posición, confianza social, garantía y credibilidad
económica. Es con hechos, y no con palabras vacías, como el Psoe debiera
intentar unir y entusiasmar a la gente, y no dividirla. ¡Justo lo contrario que
hace Susanita en su afán, poco disimulado, de poder! ¡Descoser, coser, volver a
descoser en un simulado bastidor sinfín!...
Y, para cerrar, la arenga belicosa –nunca mejor dicho- de Alfonso
Guerra. Ahora va a resultar que, habiendo sido él el “coco con el que se
asustaba a los niños”, nos viene con la monserga dirigida a los suyos, para que
pongan fin al odio a la derecha como
discurso o programa…, por mucho que la derecha haga méritos para odiarla…
Que no busquen imitar a la nueva
izquierda regresiva y autócrata… Si actúan con superioridad moral, están en
contra del sistema democrático, y, lejos de imitarlos, hay que combatirlos… ¡Me
lo expliquen, oigan! Ha arremetido contra Bildu y contra G. Rufián de IRC.
Contra Unidos-Podemos ha dicho que hay “medios” a su servicio para dividir a la
izquierda, para que siempre gobierne la derecha. No se ha enterado de que el PP
sigue en el Gobierno gracias al Psoe. Que España no es una nación de naciones,
ignorando la Constitución que tanto defiende, y que el independentismo es un
veneno para el Psoe. Por fin, metiéndose con la corriente crítica, ha afirmado
que el Psoe no está en su peor época. ¡Desde luego, no para él! ¿Es con esa actitud y esas viscerales
palabras, con las que este devenido vividor de la política piensa animar a sus
huestes a que, como decía Pedro Sánchez en campaña, el Psoe era el partido
vertebrador y aglutinador de todas las izquierdas del mundo mundial? ¡Que no se
quejen luego de su vertiginosa descomposición!
Señoría, no más considerandos…
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