pero son incapaces de proteger a la flotilla, Global Sumud, en la que navegan españoles que van hacia Gaza en solidaridad con el pueblo palestino. Además, demuestran miedo ante Almeida, alcalde de Madrid, y Ayuso, presidenta de la Comunidad, blindando la capital de España –diez policías por cada corredor- en el final de la Vuelta.
En efecto, al Presidente del Gobierno le ha faltado tiempo para enviar tropas españolas a la operación “Centinela oriental”, que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, ha organizado en respuesta a la entrada de drones ¿rusos? en Polonia. Y en su mensaje en X se pone chulo ante Putín, cosa que no hace con Trump.
El Presidente Sánchez se ha especializado en dar titulares de prensa falsos, cuando anuncia medidas en solidaridad con Palestina. Ante la UE saca pecho proclamando medidas, cuya letra pequeña demuestra su falsedad. Basta con leer a la gran periodista Olga Rodríguez, una reportera muy comprometida con el pueblo palestino. Prohibir, por ejemplo, el traslado de armas al ejército sionista, es inútil siempre que no se prohíba ese tráfico de armamento en bases americanas de Morón y Rota, ambas situadas en suelo español, y por donde pasan la gran mayoría de alijos armamentísticos, sin que nuestro Gobierno pueda “meter las narices”.
El sr. Sánchez pretende engañar a los españolitos, eligiendo el Real Decreto-ley, en vez de emplear el Real Decreto, para suprimir la compra-venta de armamento con Israel, a sabiendas de que, al tener necesidad del Vº Bº del Congreso, el Decreto-ley, sería rechazado por las derechas, obteniendo así un pretexto para responsabilizar a éstas de su incumplimiento.
Estamos convencido, pues, de que tanto la UE, como el Gobierno “progresista” español tienen mucho temor a los EE.UU y a lo que, especialmente, pueda pensar y decidir Donal Trump.
Si nuestro Gobierno tuviese intención de abandonar la espiral belicista, en la que la UE y su brazo armado –pudiéramos decir-, la OTAN nos han metido, el enorme presupuesto dedicado a ello, tendría mejor empleo en gastos sociales. Y no es que esté, tal como está la cosa, en contra de que Europa tenga su propia defensa y su propia industria militar; pero de lo que sí soy contrario es de los ocho ciento mil millones, y de que gran parte de esa ingente cantidad de euros vaya a ampliar aún más el potencial bélico de los norteamericanos. Porque, si algún día Europa entra en guerra, será con EE.UU y no con Rusia, con la que nos quieren asustar. Estoy absolutamente seguro de que, si la Unión Europea fuera incapaz de constituirse en una federación o confederación de Naciones, y tuviese necesidad de aliarse con un bloque, mejor le iría con Rusia. Pues, al fin y al cabo, Rusia es Europa.
Mucho mejor le iría a este Gobierno “socialprogresista” si, como dice Ione Belarra, Secretaria general de Podemos, para no verse suplantado por Feijóo-Abascal –PP y Vox-, se preocupara más del día a día de los españoles.
Uno de los grandes problemas que sufre este país es el de la vivienda. Jóvenes y no tan jóvenes, incluso con trabajo, no pueden acceder a una vivienda en alquiler, y, mucho menos, comprarla. Estoy de acuerdo con lo que Podemos propone –no voy a reflejarlo aquí-.
Mientras la vivienda siga considerándose una mercancía, seguirá siendo un refugio de capitales. Por tanto, mucha lucha contra los especuladores particulares, y, sobre todo, con los fondos de inversión, especialmente, con los llamados “fondos buitres”. El sistema capitalista en el que vivimos prefiere rentabilizar el dinero, aunque sea a costa de derechos humanos fundamentales.
Hay otro problema, al que hoy se le da poca importancia; pero la tendrá más temprano que tarde: el cuidado de los mayores. Este problema es tan importante como el seguro de paro. La población va envejeciendo cada día más. E igual que ocurre con la vivienda, los trabajos y sus bajos salarios no da para ahorrar y poder pagar una residencia privada, también en manos de fondos buitres. Hoy por hoy, los que somos mayores nos vamos aviando con las mujeres (hijas o nueras), que, aún las circunstancias y su forma de pensar se lo permiten. La inmigración y los/as “sin papeles” están aliviando el problema. Pero, como ya viene ocurriendo en los países nórdicos avanzados, el Estado, cualquiera sea el color de su gobierno, tendrá que tomárselo mucho más en serio y “normal”, crear muchas más residencia públicas con profesionales bien remunerados, y prestar este servicio con la misma regularidad, con la que viene prestando la Seguridad Social.
Aquí lo dejo......
Manuel Vega Marín (14-9-2025)
P.D.- Cuando termino este artículo, leo que, a pesar del gran despliegue de fuerzas de seguridad, los manifestantes pro Palestina obligan a cancelar La Vuelta. Me alegro mucho.