lunes, 15 de septiembre de 2025

PEDRO SÁNCHEZ Y PSOE RESPONDEN RÁPIDAMENTE A LA LLAMADA DE LA OTAN...,

 

    pero son incapaces de proteger a la flotilla, Global Sumud, en la que navegan españoles que van hacia Gaza en solidaridad con el pueblo palestino. Además, demuestran miedo ante Almeida, alcalde de Madrid, y Ayuso, presidenta de la Comunidad, blindando la capital de España –diez policías por cada corredor- en el final de la Vuelta.

    En efecto, al Presidente del Gobierno le ha faltado tiempo para enviar tropas españolas a la operación “Centinela oriental”, que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, ha organizado en respuesta a la entrada de drones ¿rusos? en Polonia. Y en su mensaje en X se pone chulo ante Putín, cosa que no hace con Trump.

    El Presidente Sánchez se ha especializado en dar titulares de prensa falsos, cuando anuncia medidas en solidaridad con Palestina. Ante la UE saca pecho proclamando medidas, cuya letra pequeña demuestra su falsedad. Basta con leer a la gran periodista Olga Rodríguez, una reportera muy comprometida con el pueblo palestino. Prohibir, por ejemplo, el traslado de armas al ejército sionista, es inútil siempre que no se prohíba ese tráfico de armamento en bases americanas de Morón y Rota, ambas situadas en suelo español, y por donde pasan la gran mayoría de alijos armamentísticos, sin que nuestro Gobierno pueda “meter las narices”.

    El sr. Sánchez pretende engañar a los españolitos, eligiendo el Real Decreto-ley, en vez de emplear el Real Decreto, para suprimir la compra-venta de armamento con Israel, a sabiendas de que, al tener necesidad del Vº Bº del Congreso, el Decreto-ley, sería rechazado por las derechas, obteniendo así un pretexto para responsabilizar a éstas de su incumplimiento.

    Estamos convencido, pues, de que tanto la UE, como el Gobierno “progresista” español tienen mucho temor a los EE.UU y a lo que, especialmente, pueda pensar y decidir Donal Trump.

    Si nuestro Gobierno tuviese intención de abandonar la espiral belicista, en la que la UE y su brazo armado –pudiéramos decir-, la OTAN nos han metido, el enorme presupuesto dedicado a ello, tendría mejor empleo en gastos sociales. Y no es que esté, tal como está la cosa, en contra de que Europa tenga su propia defensa y su propia industria militar; pero de lo que sí soy contrario es de los ocho ciento mil millones, y de que gran parte de esa ingente cantidad de euros vaya a ampliar aún más el potencial bélico de los norteamericanos. Porque, si algún día Europa entra en guerra, será con EE.UU y no con Rusia, con la que nos quieren asustar. Estoy absolutamente seguro de que, si la Unión Europea fuera incapaz de constituirse en una federación o confederación de Naciones, y tuviese necesidad de aliarse con un bloque, mejor le iría con Rusia. Pues, al fin y al cabo, Rusia es Europa.

    Mucho mejor le iría a este Gobierno “socialprogresista” si, como dice Ione Belarra, Secretaria general de Podemos, para no verse suplantado por Feijóo-Abascal –PP y Vox-, se preocupara más del día a día de los españoles.

    Uno de los grandes problemas que sufre este país es el de la vivienda. Jóvenes y no tan jóvenes, incluso con trabajo, no pueden acceder a una vivienda en alquiler, y, mucho menos, comprarla. Estoy de acuerdo con lo que Podemos propone –no voy a reflejarlo aquí-.

    Mientras la vivienda siga considerándose una mercancía, seguirá siendo un refugio de capitales. Por tanto, mucha lucha contra los especuladores particulares, y, sobre todo, con los fondos de inversión, especialmente, con los llamados “fondos buitres”. El sistema capitalista en el que vivimos prefiere rentabilizar el dinero, aunque sea a costa de derechos humanos fundamentales.

    Hay otro problema, al que hoy se le da poca importancia; pero la tendrá más temprano que tarde: el cuidado de los mayores. Este problema es tan importante como el seguro de paro. La población va envejeciendo cada día más. E igual que ocurre con la vivienda, los trabajos y sus bajos salarios no da para ahorrar y poder pagar una residencia privada, también en manos de fondos buitres. Hoy por hoy, los que somos mayores nos vamos aviando con las mujeres (hijas o nueras), que, aún las circunstancias y su forma de pensar  se lo permiten. La inmigración y los/as “sin papeles” están aliviando el problema. Pero, como ya viene ocurriendo en los países nórdicos avanzados, el Estado, cualquiera sea el color de su gobierno, tendrá que tomárselo mucho más en serio y “normal”, crear muchas más residencia públicas con profesionales bien remunerados, y prestar este servicio con la misma regularidad, con la que viene prestando la Seguridad Social.

 

    Aquí lo dejo......

 

 

                                    Manuel Vega Marín (14-9-2025)

 

 

P.D.- Cuando termino este artículo, leo que, a pesar del gran despliegue de fuerzas de seguridad, los manifestantes pro Palestina obligan a cancelar La Vuelta. Me alegro mucho.

lunes, 8 de septiembre de 2025

SOMOS MUCHOS, Y SEREMOS MÁS

 

 

En efecto, el gran problema al que tendremos que hacer frente es demográfico. El cambio climático y sus consecuencias meteorológicas son, sin duda, un problema; pero es menos importante ya que su solución está más al alcance de los humanos. Se trataría de que éstos cuidaran con más esmero el planeta.

En el problema demográfico está en cuestión la vida misma de aquéllos. Se estima que la población mundial actual ronda los nueve mil millones de seres humanos los que vivimos en el planeta Tierra. ¿Será la propia Naturaleza quién facilite a éstos los medios de subsistencia? Hay quién lo niega, siendo la guerra como una especie de selección natural, para los defensores de esa tesis. Me cuesta trabajo creer si no hay detrás de ello un interés económico de la industria armamentística y sus accionistas. Otros pensarán que la Naturaleza, siendo finita, agotará sus medios, dado el egoísmo que representa el sistema capitalista y su lucha salvaje por obtener beneficios a corto plazo.

Viene siendo un “clásico” limitar los nacimientos de nuevos seres humanos. Para ello las modernas técnicas permiten, por ejemplo, abortar sin riesgos añadidos y legalmente, como solución al problema. Pero lo que puede parecer una ventaja tiene sus propios inconvenientes: entre ellos, la necesidad de mano de obra y la falta de “soldaditos”, que mueran en los frentes, por muy modernísimo que sea el material de guerra.

Pero, por otra parte, así como los avances técnicos-jurídicos permiten en determinados países un cierto control de nuevos nacimientos,  esos mismos avances  y los producidos en la ciencia médico-quirúrgica, además de poder llevar una vida más sana –de ahí el “seremos más” del título-, hacen que la vida humana se prolongue cada vez más. Algunos capitalistas, pensando en la infinitud del tiempo, en su economía y en los adelantos que la ciencia y la tecnología espacial ya están reservando “parcelas” en otros satélites y planetas... Para mí, que eso no es más que un imaginativo pensamiento, que, en absoluto, tiene que ver con la realidad. Además creo que si los intereses económicos y geopolíticos siguen tal como están, no sería extraño que la Humanidad entera sucumbiera ante el uso bélico de la energía atómica.

La verdad es que no acierto a ver cuál sería la solución verdadera y, más o menos, científica. Y, siendo muy optimista, la solución a este gran problema de sobrepoblación sería la sustitución del sistema capitalista por otro “socialista”. Si tenemos en cuenta que los países actualmente ricos lo son, en parte, debido a un sistema colonial y esclavista, y que la globalización y deslocalización de empresas están teniendo sus inconvenientes, no tenemos más remedio que ensayar otro sistema, en el la riqueza mundial esté mucho más y mejor redistribuida.

Pienso que si a la madre Naturaleza se le da su tiempo de “recuperación”, y los humanos empleamos la lógica más racionalmente, la riqueza que nos parece finita, se convertiría en infinita, al menos suficiente para dar satisfacción a las necesidades humanas.

Esto fue lo que intentaron los bolcheviques dirigidos por Lenin con la revolución de 1917. La verdad, que no es el momento más oportuno, para entrar a debatir sobre las razones y argumentos de tales eventos y el fracaso de la misma rebelión. Pero sí de tener en cuenta de que la causa de su origen fue, entre otras, la mala situación de la “clase obrera” y la desigualdad en el reparto de las riquezas.

 Independientemente de la forma en que aquélla tenga que repartirse, lo que sí está claro es que la riqueza está mal distribuida. Y las guerras no solucionan el problema. Poner vallas en las fronteras, tampoco. Dejar morir en el mar a los que huyen de sus respectivos países es inhumano y contradictorio con el Derecho Internacional. Intentar hacer desaparecer, como está haciendo en Gaza y el resto de territorios ocupados por los israelitas, aparte de no solucionar el problema, no conduce más que a un GENOCIDIO contra los palestinos.

No queda otra que gestionar bien el problema de la migración, y repartir a los inmigrantes entre los Estados, proporcionalmente a sus riquezas y medios de producción. Nos puede parecer una “utopía”. Pero a base de utopías es como la Humanidad ha avanzado.

Creo que si no ponemos mano a la obra con la mayor urgencia, y los Gobiernos no hacen nada por redistribuir la “escasa” riqueza de que disponemos, algún día, más temprano que tarde, y –como escribí anteriormente-, podremos “MORIR DE ËXITO”....

Y aquí dejo estas reflexiones.....

 

 

                                        Manuel Vega Marín (7-9-2025)

martes, 2 de septiembre de 2025

ESTAMOS MATANDO LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO


 

Varias cosas buenas han traído los grandes incendios de este verano. De entre ellas, destacaremos dos: una, mayor concienciación del “cambio climático”, y dos, mayor valoración de “lo público”.

En cuanto a la primera, sólo destacar que, aunque sigue habiendo ciudadanos que aún dudan de lo que los científicos vienen pronosticando hace tiempo, unos lo hacen por ignorancia, y otros –y esto es peor- lo hacen por intereses espurios. Lo cierto es que objetivamente los resultados son los mismos.

En cuanto a una mayor valoración de lo público, me atrevería a decir que nos encontramos ante el comienzo de la caída del sistema capitalista, esto es; estamos al principio de una “revolución”. Muchos capitalistas seguirán optando por el beneficio a corto plazo e, incluso, en los incendios verán un nicho para hacer negocios y obtener beneficios. Pero, a la larga, todo lo finito se acaba, y a la Naturaleza, si no se le da un tiempo de recuperación, también terminará agotándose. De ahí el título de este artículo.

Es un tópico decir que “vivimos por encima de nuestras posibilidades”, pero la gente, -se nota a raíz de la pandemia-, parece tener prisa por vivir a tope el presente, sin ser conscientes de que pueden estar consumiendo el “último huevo de la gallina”. Los medios de transporte y las playas y restaurantes se han visto abarrotados, sin importar mucho la incomodidad que ello supone. A pesar de la crisis de la vivienda las hipotecas aumentan y se sigue construyendo en donde se sabe que, más temprano que tarde, las “Danas” u otros meteoros acabarán destruyendo. Claro que ese tremendo “dispendio” se produce por los que pueden financiarlo,  ocultando otras realidades más míseras, como pueda ser la migración, etc.

No sé qué pasará el año próximo, cuando los que optan por unas vacaciones en un pueblecito serrano, lejos del mundanal ruido, se encuentren un paisaje ennegrecido por el fuego.

He recurrido a las vacaciones como símbolo de algo más profundo que caracteriza lo que se ha venido llamando “estado del bienestar”: SANIDAD, EDUCACIÓN, VIVIENDA, ETC., que no es más que un eufemismo de la “odiada” palabra de Comunismo. Porque, si las necesidades básicas del ser humano están cubiertas por un sistema público y estatal, ¿qué es si no? Otra cuestión será cómo establecer ese sistema público. Y aquí entraríamos en un intenso y extenso debate, que no viene al caso.

No obstante, conviene no olvidar que el susodicho estado del bienestar tiene su origen a raíz de la segunda guerra mundial, en que los países occidentales europeos se ven obligados a ayudar a sus ciudadanos, en confrontación con la URSS y otros Estados orientales.

Actualmente, los modernos medios de comunicación nos permiten entablar un debate, que, como dije, no es el momento; pero que, en definitiva, nos llevaría a unas muy perecidas conclusiones, sin tener que renunciar al mundillo –lo digo sin desprecio- de las iniciativas privadas.  

Las religiones, los mitos o el “pensamiento mágico” nos han llevado a creer que el Universo era infinito y eterno; que el planeta que habitamos era el centro de nuestro sistema solar. Pero la Ciencia actual encargada de estudiar el Universo tiene otro sentido de la infinitud. La ciencia moderna nos enseña que el Universo está en continua expansión, y que nuestro sistema solar no es sino uno  más de los cientos de millones de sistemas, que componen ese Universo expansivo, con fecha de caducidad. También es cierto que la Ciencia nos enseña que esos sistemas, por causas propias y prefijadas, algún día desaparecerán. Pero es cierto también que la acción humana puede adelantar su desaparición, por muy lejana que ésta nos parezca. Justo es eso lo que los humanos estamos haciendo, cuando “consumimos” -el vocablo consumir está tomado en un sentido general- desordenadamente, instigados por un sistema capitalista que sólo busca el beneficio a corto plazo.

El párrafo precedente parece una elucubración filosófica. Pero en absoluto lo es; y cuando decimos que hay que “reciclar” y dejar a nuestros nietos un planeta Tierra limpio, no hacemos más que confirmar lo que nos parece una mera divagación filosófica.

Quemar bosques, abarrotar playas, y, en definitiva, consumir ansiosamente, etc., es lo que pretendo decir de manera sintética con el título que encabeza este artículo.

Aquí lo dejo...

 

                                                    Manuel Vega Marín (1-9-2025)