lunes, 28 de julio de 2025

NI SE REGISTRARÁN LAS EMPRESAS CORRUPTORAS POR LA UCO, NI LOS EXMINISTROS MONTORO O CATALÁ IRÁN A PRISIÓN PREVENTIVA COMO HA IDO CERDÁN.

 


   Hace tiempo –concretamente octubre de 1022- dejé de escribir. Tal era mi desánimo respeto de lo que pasaba en España. Pero, como considero que la cosa ha empeorado, no me quiero ir al otro barrio sin, al menos, dejar por escrito mi protesta:

    1.- Me rechina la mente cada vez que oigo la palabra “PRESUNTAMENTE”. Parece que, para denunciar un hecho claramente corrupto, fuera necesario que lo expresara un juez o tribunal mediante sentencia.

    2.- No comprendo la extrañeza que, para muchos, supone la existencia de la corrupción. Hace tiempo que escribí sobre el asunto. Las izquierdas fuimos ingenuas al aceptar la Constitución y, sobre todo, la “ejemplar” transición. Aunque la ley electoral, impuesta por Suarez, llevaba implícito el “bipartidismo”, creíamos que el tiempo y la buena voluntad de los políticos, iría “actualizando” tanto a aquélla, como a éste. No contábamos con que el “atado bien atado y” del recalcitrante franquismo se sobrepusiera a la “modernidad”. En mayo de 2018 escribí: “Cada vez se tiene más claro que los actores sociales y políticos que más lucharon y arriesgaron contra el régimen franquista, tuvieron que conformarse, por la  presión chantajista de los “poderes fácticos” –Ejército, Iglesia y Capital-, con sacar de las cárceles a compañeros condenados, y  confiar en que el paso del tiempo y una nueva mentalidad y educación, más distante de una mentalidad “guerrocivilista”, permitiese ir cambiando y removiendo pacíficamente los obstáculos que impedían que la democracia, estrenada con tanta ilusión, fuese siendo cada vez más homologable con las de nuestro entorno”.  (Escritos sobre temas políticos III, pags. 44-45)

    La corrupción será estructural y sistémica mientras impere el sistema capitalista; pero, al menos, esperábamos que los Gobiernos de turno reglaran y corrigieran lo que de perjudicial tiene el Capitalismo para la ciudadanía. Pero no ha sido así; y el “y tú más” campa a sus anchas por el “noble” ejercicio de la Política. La derecha y ultraderecha patrias sólo aceptan la democracia cuando ellas ganan las ecciones. Aún así, su único proyecto es mantenerse en el poder “cebando” a las empresas de su “cuerda política”. Así que no se trata sólo de “unas manzanas podridas”. Pero la gota que colma el vaso de la corrupción es el caso Montoro. Que desde un despacho fundado por él –Equipo Económico-, las grandes empresas del país modificaran o hicieran las leyes a medida de sus propios intereses, aprovechándose de su ministerio o de la mayoría del PP en las Cortes Generales, es la primera vez que ocurre en la Democracia española. Es lo que se llama “comprar el Boletín Oficial del Estado”.

    Y no terminaríamos nunca si tuviésemos que narrar las muy diversas modalidades de corrupción, que cada día nos proporciona el sistema bipartidista.

    Lo que ha ocurrido en la ciudad murciana de Torrepacheco compendia algo de lo que venimos denunciando.

     4.- Otra de las cuestiones que, aún con mucho trabajo, me han obligado a retomar la pluma de la protesta, es la amplia propaganda que la televisión pública y otros medios “progresistas”  le están haciendo, gratis, a los grupúsculos fascistas; sólo hay que ver el tiempo que los diferentes medios y periodistas le dedican a los mismos. No sólo se conforman con dar la noticia, sino que de su existencia se enteran hasta en los más recónditos rincones. De este hecho son conscientes los propios “fachas”, y de ahí que cada día aumenten y programen nuevas acciones. Una forma de combatirlos sería ignorarlos totalmente. Pero  se ve que algunos periodistas, yo diría que “becarios”, prefieren un puesto de trabajo fijo.

   Otros periodistas, como Jesús Cintora o Javier Ruíz, a los que tengo en gran estima, cultivan la “equivalencia” y, en sus respectivos programas, cuidan mucho la “prudencia” al tratar ciertos temas. No sé si esa circunstancia les viene impuesta, o son sus propias experiencias –el gato escaldado del agua caliente huye-, o ambas cosas a la vez. Además, ambos comunicadores, al tratar sus temas, paracen beber de las mismas fuentes.

    5.- Un pilar fundamental en el que descansa el Estado democrático es el poder judicial. Pues bien, son algunos de los jueces que, precisamente, se hacen famosos, por no respetar ese poder del que están investidos; y aunque en España gozan de una institución, como es el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para su autogobierno, dicha institución actúa con carácter corporativista y “conservadora”, sin importarle lo que, para su renovación, le exige la Constitución. Y, aunque el bipartidismo reinante lo renovaron, aparentemente, repartiéndose al 50% sus miembros, ese talante corporativista y conservador, incluso “machita”, se ha puesto de manifiesto últimamente en el nombramiento de los Presidentes de las dos Salas más importantes del Tribunal Supremos: la Penal y la de lo Contencioso.

   Y así podríamos seguir denunciando las veces que el CGPJ, aparte de estar controlado por la “derechona”, se inmiscuye en los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, sin importarle en lo más mínimo el ridículo y el “hazme reír” que su conducta supone para la Justicia europea.

   Estos casos de corrupción resaltados no indican más que el estado de putrefacción en que se encuentra el llamado régimen del 78, y que algunos partidos políticos nos quieren hacer creer que la Transición fue ejemplar y ejemplarizante. Que si los progresistas no tomamos medidas urgentes, la propia Democracia, por la que tanto luchamos y que tanto nos ilusionó, se irá al garete.

    Y aquí lo dejo.....

                                                                                         Manuel Vega Marín

                                                                                             25-Julio, 2025

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