martes, 22 de septiembre de 2020

LA ABSORCIÓN DE BANKIA POR CAIXABANK, UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

   Fue el Presidente Rajoy quien nos dijo que el “reflote” de Bankia no nos costaría ni un duro a los españoles. Fueron más de 24 mil millones de euros lo que costó al Erario público tal operación de rescate, de los que hasta hoy sólo se han recuperado 3.000. Esta “inversión” dio al Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el derecho a poseer el 61,8% del accionariado de la entidad bancaria rescatada. Con el 16% de las acciones de la nueva entidad, el Estado no sólo pierde valor, sino, lo que es más importante, capacidad de decisión, ya que de los quince miembros que formarán el Consejo directivo, solo uno representará al FROB. El Estado, pues, renuncia de facto a la oportunidad de tener una banca pública –tesis de Podemos- en estos actuales y venideros momentos de crisis económica y social, incrementada por la pandemia del COVID-19. Precisamente, la crisis socieconómica causada por la pandemia está poniendo de manifiesto la necesidad de tener un Estado fuerte económicamente que pueda hacer frente y “llevar la batuta” inversora en los sectores más básicos e importantes en el estado del bienestar, como la sanidad, educación, el sector laboral, etc., así como otros servicios que los ciudadanos demandan. La necesidad, pues, de una banca pública resulta fundamental para llevar a cabo las transformaciones industriales y de todo tipo que España va a precisar para su modernización. Como indica Vicent Navarro, tanto el New Deal social, como el New Deal Verde, requerirán de grandes inversiones públicas que no estén sujetas a los objetivos e intereses de las entidades privadas, sino a los intereses del bien común.

   Que España tenga una banca pública que compita con la privada no es ninguna anomalía en el actual sistema neoliberal vigente en todos los países de nuestro entorno. EE.UU, Alemania, Francia, Italia, etc. disponen de instituciones bancarias o financieras de titularidad pública, que incluso funcionan mejor que las de titularidad privada. En Europa, proporcionalmente, la operación Bankia-Caixabank incrementaría aún más la concentración bancaria y el poder político y mediático que ello conlleva, en manos de entidades privadas. Pero, además de eso, como dice Vicent Navaro, La banca privada española siempre ha recibido un trato preferencial por parte del Estado español. En realidad, tiene un trato impositivo especial, pues es uno de los sectores con mayores beneficios y con menor carga impositiva de la UE, y, por cierto, es uno de los sectores que tiene mayores depósitos en paraísos fiscales (“Lo que no se dice sobre la privatización y fusión de Bankia con Caixabank”, publico.es de 17-9-20).

   Claro que la actitud de ser “más papista que el Papa” no es nueva. Desde el desmontaje del Instituto Nacional de Industria (INI) y la privatización de empresas nacionales, que, con diferentes pretextos y por los distintos Gobiernos del bipartidismo se ha venido haciendo, lo dice todo... El PP y el Psoe son expertos en privatizar empresas boyantes, como Telefónica o Endesa, o en sanear con dinero público empresas como Bankia, para privatizarla después. Lo mismo se puede decir de la privatización y concentración  que, casi simultáneamente, se vino haciendo con entidades bancarias estatales, como, por ej., Argentaria...

   Es lógico que desde la ideología neoliberal-capitalista, y desde un punto de vista abstracto y técnico- especulativo, esta operación sea considerada exitosa Mis insuficientes conocimientos técnicos me impiden analizarla en profundidad. Incluso para la parte menos socialista del Gobierno, incluido su Presidente, esta absorción de Bankia hasta traiga consecuencias beneficiosas para la sociedad. Espero que de su aval a la Vicepresidenta económica algún día nos de explicación. De ambas cosas, de momento, yo desconfío... Para ello, es suficiente con lo que enseña la experiencia...

    Lo que sí es evidente, hasta el propio José Ignacio  Goirigolzarri (actual presidente de Bankia y lo será de la nueva entidad) lo reconoce, es que por mucho que se revaloricen las acciones estatales, nunca se llegará a recuperar los cerca de 24.000 millones que costó al Estado el rescate de Bankia. No sé si en un futuro los accionistas actuales de Bankia verán incrementado su patrimonio.

   Da que sospechar la alegría con que se anuncia los 770 millones de euros de beneficios por ahorro de costes y los 290 millones de nuevos ingresos generados por la fusión. De lo que ni el sr. Goirigolzarri, ni el sr. Gonzalo Cortázar, consejero ejecutivo de Caixabank, se muestran tan alegres en su famosa rueda de prensa de 18 Sept., es de explicar de dónde emanará tal suma de millones. Es más, ni se preocupan del asunto como si no les atañera. Habrá que recordárselo alto y fuerte: ¡¡¡Del cierre de sucursales y del reajuste de plantilla de 8.000 empleados que ello supondrá!!!

Ya tenemos nuevos perjudicados; como siempre serán los trabajadores, los que por muy beneficiados de salgan de las negociaciones, no les compensará del trauma psicológico que supone perder el empleo a determinada edad. Los clientes de ambas entidades, que con el cierre de oficinas, al menos, se verán perjudicados, por lejanía en el servicio... Hay ya asociaciones de usuarios y plataformas de pequeñas empresas “protestando” porque ven en la “fusión” un incremento casi monopolístico, que se traducirá en una reducción de la sana competencia... Y, nuevamente será “papá Estado”, es decir, todos los cotizantes y contribuyentes, quien, de una u otra manera, pondrá el dinero necesario para que los “ultraliberales” ejecutivos de esas empresas sigan con sus boyantes negocios y standing de vida, mientras que las indemnizaciones por despidos forzosos o voluntarios, y las prejubilaciones resulten lo menos traumáticas posible... Pero los empresarios y los altos ejecutivos seguirán criticando el derroche económico que suponen las prejubilaciones, la jubilación a los 65 años, o, sobre todo, los subsidios a los necesitados y la renta mínima vital...

   Ahí lo dejo...

 

 

   Manuel Vega Marín. Madrid, 21, Septbre. 2020   www.solicitoopinar.blogspot.com.es

 

 

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